La guerra del santo grial, uno de los eventos más sangrientos del mundo iluminado por la luna.
Un evento en el que 7 maestros invocan a 7 héroes de la historia para luchar en una guerra.
Saber
Archer
Lancer
Rider
Assassin
Caster
Berserker
Son las 7...
El mundo iluminado por la luna, es aquel que para la gente normal del mundo, está oculto a la simple vista, en el momento que ellos cierran los ojos, las criaturas de la noche caminan bajo la luz de la luna.
Criaturas que pueden acabar con la vida humana de un pestañeo, de todos los tamaños y formas. Para mantenerlos a raya existen los exterminadores de la iglesia. Las variedad de criaturas que rondan por el mundo se reduciría drásticamente con el fin de la era de los dioses, pero aún así seguirían habiendo unas que otras caminando por ahí.
Por ejemplo, los vampiros, también conocidos como apóstoles muertos o verdaderos ancestros, la diferencia estos dos es simple jerarquía y compararlos sería una blasfemia.
La iglesia y estas criaturas desde tiempos inmemorables han sido enemigos naturales, por el simple hecho de que la la primera no acepta la existencia de estos últimos.
Pero hace muchos años, la santa iglesia se derrumbaría bajo su propia corrupción y codicia, dándole más libertad a estas criaturas y el número de bajas humanas se dispararía.
Años pasarían, décadas y desde entonces, ciudades, países quedaron borrados del mapa, solo siendo un recuerdo de lo que antes eran, ahora sin vida, o llenos de estos no muertos.
En este tiempo ni siquiera quedarían magos para hacerles frente, pareciendo que la humanidad estaba en sus últimas, a nada de ser extinguida, pero...
-Entre toda la oscuridad, hay una luz-
...
Se puede ver en una ciudad, lo que antes era conocida como Tokio, iluminada por la luz de la luna, se podía ver las calles llenas, pero no de personas, ahora siendo nada más que monstruos sin conciencia, sedientos de sangre y hambrientos de carne humana, con la piel oscura y deteriorada.
Solo se escuchaban las respiraciones de estas criaturas hasta que pasos resonarían entre la calle principal, llamando la atención de todas las criaturas.
Entre la oscuridad de la noche, una melena blanca iluminada por la luz de la luna, un hombre caminaba por la calle principal, cubierto con un manto desgastado, tanto por cortes como por el tiempo.
Antes de que los no muertos se movieran, el edificio al costado del hombro sería derrumbado por una gran figura, que parecía hasta cierto punto a las extintas criaturas mágicas conocidas como dragones, pero esta carecía de escapas y con su piel igual de podrida que los cuerpos de los no muertos.
Esta asaltando en un rápido movimiento, demasiado rápido para el ojo humano y al estar a unos centímetros del hombre, con sus fauces abiertas para devorarlo y garras listas para desgarrarlo y en una fracción de segundo, la criatura había sido convertida en cristal, con un solo roce del hombre, no, Ni siquiera lo alcanzo a tocar.
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