Prólogo

12 3 0
                                    

En el mundo de Mupisa, hace cientos de años, sucedió un evento prodigioso que cambiaría todo el mundo para siempre. Ciertas piedras del suelo se levantaron solas envueltas en una energía extraña, formaron arcos de diversos tamaños, extrañando a los habitantes del mundo de Mupisa, y del interior de ellos de repente comenzaron a surgir hordas de monstruos, que empezaron a azotar el mundo y a sus residentes desde entonces.

Pero no fue lo único que cambió, hubieron otras piedras que no formaron parte de esos portales adquirieron un brillo sobrenatural, y la gente al ver este fenómeno comenzó a estudiar sus propiedades para ver qué relación tenían con los portales, y tras ver que reaccionaban en contacto con las personas y su estado anímico, vieron que no tenían mucho que ver aparte de aparecer simultáneamente. Tras numerosos debates viendo que reaccionaban sólo ante las tres razas principales y los monstruos del otro lado decidieron llamarlas piedras de alma.

Tiempo después consiguieron desatar el potencial de las piedras del alma, como herramienta para retener a los monstruos derrotados y así poder transportarlos mejor, como también para desvelar la afinidad de cada persona a una profesión determinada.

Entre todas estas profesiones llamó la atención la de cazador de monstruos. Al principio no se les estimaba, ya que ya habían otras clases y oficios destinados al combate en general, y al ser una clase basada principalmente en los monstruos no se les tenía mucho aprecio, porque verlos hacían recordar los asesinatos en masa que se habían producido por su parte; sin embargo los cazadores demostraron ser capaces de utilizar las capacidades de los monstruos con gran habilidad y maximizar sus capacidades a través de estrategias, algo que la mayoría de monstruos salvajes no eran capaces de realizar. Por ello y tras grandes victorias logradas gracias principalmente a actuaciones estelares de algunos de ellos, cambiaron de ser mal vistos a convertirse en la profesión más ansiada por muchos. Además, tras ver la gran utilidad que tenían los monstruos controlados por cazadores se los dejó de llamar monstruos para denominarlos invocaciones, una palabra sin ese toque despectivo.

Entonces se fundaron asociaciones de cazadores abiertas a todas las razas, para que los cazadores lucharan y entrenaran juntos, y academias de cazadores donde se enseñaba a los cazadores novatos todo lo que debían saber para convertirse en un buen cazador.

Por último el denominado Desastre de los Portales también trajo la capacidad de usar magia al mundo de Mupisa, y con el paso de los siglos se fue perfeccionando y mejorando, además de adaptando a cada uno de los distintos trabajos, lo que llevó a una gran mejora en la calidad de vida, y a una recuperación lenta pero continua al destruido mundo en el que vivían.

Cazadores de MupisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora