La cara de Link volvió a una expresión seria, triste.
Lágrimas querian salir de sus ojos, pero esta vez logró no hacerlas salir.<< Daiki... No quiero que.... Te atrapen. >>
Dijo con la voz menos quebrada posible.
El pelinegro lo miró serio, el rubio estaba más que tieso, los puños estaban cerrados con fuerza, la cabeza intentaba no inclinarse hacia el, y podía ver cómo el aire caluroso del desierto movía la cabellera rubia del Héroe.
<< Pensaba que ya habíamos hablado de esto. >>
Link miró el suelo con tristeza.
<< Pero... >>
Daiki cerró los ojos con enfado, intentado aguantar su rabia, pero no pudo, miró al rubio con enfado y le gritó:
<< ¡¿ PORQUE QUIERES QUE NO ESTE EN PRISIÓN CUANDO ME LO MEREZCO !? >>
Daiki se acercó a Link, tomándolo con fuerza de los hombros para que esté lo mirará a los ojos.
<< Dímelo... >>
Los ojos azulados del rubio amenazaban con dejar a las lágrimas salir en cualquier momento.
<< Yo.... >>
Quería bajar la mirada al suelo, pero sabía que el pelinegro empezaría a jalarlo, y eso estaba seguro que haría que las lágrimas salieran de sus ojos.
Daiki empezaba a calmarse, sabiendo que no iba a haber respuesta.
<< Me gustas. >>
La cara del rubio empezó a sonrojarse, siempre más.
<< Más tiempo pasé contigo en la guarida del clan Yiga... Me enamoraba siempre más... >>
Daiki se quedó paralizado.
<< Pero... Somos enemigos... >>
Link está vez lo miró con una sonrisa bastante amargada.
<< Lo se... Por eso... Aún habiendo cumplido mi misión no pude irme... No tenía el coraje como para irme... Pero ni para declararme... Sabiendo que al ser el Héroe de las diosas... No te habría gusta- >>
Daiki lo abrazó, cortándole las palabras, las lágrimas empezaron a salir de los ojos negros de Daiki, cerrados fuertemente.
El rubio estaba sorprendido, nunca había sido abrazado con tanta fuerza, y probablemente nadie más lo haría.
<< Daiki... >>
El pelinegro lo miró detenidamente, las lágrimas habían cesado.
<< Entonces... ¿ Aún siendo esto en contra del destino... Quieres... Ser mi novio ? >>
Los ojos azulados del rubio se encendieron, ya dejando que las lágrimas salieran.
<< ¡ Claro ! >>
La luz verdosa y azulada del santuario iluminó los rostros ahora por fin felices de la pareja en contra del querer de las Diosas.
Los labios del pelinegro se unieron con los del rubio, el ex Yiga apretó el abrazo, pero de una manera más amorosa, queriendo enseñar su querer, el rubio llevó los brazos detrás del cuello de Daiki, así encontrando una posición más cómoda.
Nadie podía llegar allí y pararlos, nadie los miraba, nadie los escuchaba eran solo ellos dos y nadie más.
Solo ellos dos, y nadie, más.
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Dangerous Love
RandomLa Matriarca Makeela Riju le pide a Link que le entregué el tesoro robado nuevamente por los Yiga, pero en su estadía de infiltración en el clan Yiga, Link se enamora de uno de ellos. ¿Lo aceptará el Yiga al saber su verdadera identidad? ¿ Lo inten...