capitulo 42

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Hoy lamentablemente era el día donde debíamos volver a la universidad, era domingo mañana comenzarían nuevamente las clases, así que estábamos los tres en la sala, con nuestras maletas hechas y listos para irnos, mi pie había mejorado tanto que ya no debí usar la venda

-qué mal que ya se terminaron las vacaciones- se quejó Andrea

-sí, me hubiera gustado que duren un mes- apoye yo

-bueno, pero la pasamos bien- consoló Bill, los tres sonreímos y comenzamos a caminar hacia el auto, Bill cerró la puerta de la casa y se aseguró de poner la alarma, subimos nuestras maletas al auto y luego subimos nosotros, Bill conducía, Andrea iba de copiloto y a mí me tocó ir atrás, pero era mejor, podría recostarme y dormir

No había dormido muy bien anoche, ya que estuve pensando mucho que pasara cuando llegue a la universidad, busque mil y una maneras de decirle a Oliver que nunca sentí lo que él siente por mí y me imaginé actuando de muchas formas frente a Tom

Pero decidí que durante el viaje solo dejaría mi mente en blanco, cantaría junto a mís amigos o dormiría un poco, esta vez llegaremos más rápido, ya que no deberíamos pasar por un hospital

-preparas para volver al infierno?- pregunto Bill

-no- dijimos Andrea y yo al unísono con voz cansada, Bill frunció el ceño y se dio la vuelta mirándome extrañado

-algo más te atormenta a ti- hablo, odiaba ser tan transparente

-no tengo ni la menor idea de cómo ignorar a Tom y decirle a Oliver que no siento lo mismo que él

-tranquila, cariño- consoló Andrea- podrás hacerlo, parece el fin del mundo pero no lo es

-lo será cuando vea a Tom con una nueva cita

-no lo veas así, imagina que es su prima-propuso Andrea

-claro y cuando los vea besándose voy a pensar "seguro ella viene de norte"

-si, no fue una buena idea- hablo Bill- pero estoy seguro de que lograrás estar bien

-eso espero…

(…)

-oye ivanna- Andrea sacudió mi hombro, abrí los ojos y parpadee un par de veces para adaptarme a la luz- llegamos- informo

-tanto dormí?- pregunté un poco sorprendida

-sí, hicimos un par de parada, pero no quisimos despertarte- comento Bill, me incorpore en el asiento y me estire un poco, luego bajamos del auto para tomar nuestras cosas, cargamos nuestras maletas hacia la universidad, no había tanta gente, pero sin duda había más desde la última vez que estuve aquí

Caminamos por los pasillos con pereza, Bill se veía notablemente cansado al igual que Andrea, por mi lado había logrado dormir un poco, pero aun así quería recostarme en mi cama y dormir hasta mañana

Cuando entramos a la habitación dejamos nuestras cosas, Bill se quedó parado en la puerta mirándonos, creía que quizás entraría y dormiría un poco con nosotras

-no entras?- pregunté

-no, iré a la fraternidad, necesito ver a Tom- su rostro mostraba felicidad sobre el cansancio, era muy notable que extrañaba con locura a su hermano, le sonreí, él me devolvió el gesto y se fue

-bueno, a dormir- dijo Andrea tirándose sobre su cama, sin quitarse la ropa ni taparse con las cobijas, cerré la puerta de la habitación, me quité mi calzado, mi pantalón y me puse un short, luego me metí a la cama y cerré los ojos

(…)

-iras al bar?- me preguntó Andrea, me estaba arreglando frente al espejo

-si- conteste con simpleza

-¿iras con alguien?

-nop

-sola?- pregunto- es de noche

-lo sé, pero iré en mi auto, necesito un poco de soledad- conteste, Andrea asintió- estaré bien, te avisaré cuando llegue y cuando esté por volver

-bien, cuídate- me acerque a ella, bese su frente y ella me abrazo por la cintura

-Adiós- saludé antes de pasar la puerta y cerrarla detrás de mí, camine por la universidad, ya eran las ocho de la noche, así que no había tanta gente rondando por los pasillos, atravesé el campus y me subí a mi auto, prendí la radio y comencé a manejar hacia el bar

Esta vez no llevaba nada para entretenerme, solo mi teléfono, así que quizás me aburriría un poco, luego de una semana de convivir con Bill y Andrea dónde no sé cómo hicimos para no matarnos, realmente necesitaba volver a mi rutina de pasar una tarde tranquila en la cafetería o una linda noche en el bar

Estacione mi auto en el estacionamiento, apague la radio y quite la llave, luego baje de el y comencé a caminar hacia el bar, no estaba muy habitado, había algunos jóvenes, pero había mayoría de gente adulta, el lugar que siempre usaba estába solitario así que me dirigí hacia allí

-le dejo la carta- hablo la chica que siempre me atendía, seguía con una sonrisa amigable- oh, eres tú, quieres lo mismo de siempre?- pregunto al reconocerme

-claro- conteste con una sonrisa

-tu novio no vendrá?- pregunto, fruncí mi ceño sin saber a quién se refería- el chico de trenzas y el piercing en el labio- describió a Tom

-oh él… Él no es mi novio- conteste

-lo lamento- hablo apenada- pues no debería perderlo- agrego

-a qué te refieres?- pregunté sin entender

-vino todos los días de la semana pasada, no se lo veía bien, pero la primera vez que lo atendí le pregunté si quería un daiquiri de frutilla como salía pedir cuando estaba contigo

-ajam- hablé mientras asentía

-Bruscamente, me dijo que no, luego me miró y más tranquilo me respondió que no le gustan las frutillas-no sabía que decir ante eso- me pareció extraño pero lindo a la vez

-por qué?- pregunté confundida

-porque busco algo para tener en común contigo, a pesar de que no le gustaba- explico, asentí lentamente- bueno, iré a preparar tu pedido- tomo la carta y se retiró

No entendía nada, esto lo único que hacía era confundirme cada vez más, carajo, no entiendo a los hombres, más bien, no te entiendo Tom kaulitz

our fall   |Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora