Melodia. Parte. - 1

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Joan recorre su nueva ciudad , recordando las amistades que dejó atrás , ya que ahora esta viviendo con su madre .

Esta ciudad es un mundo totalmente nuevo , el clima es diferente , la gente , el ambiente , nuevas oportunidades , tendrá que acostumbrarse poco a poco porque ahora pertenecerá a ese montón que una vez señaló .

Mientras recorre la ciudad en su bicicleta su mirada es atraída por las coloridas luces que ofrece esta ciudad , la gente parece invisible bajo la leve niebla .

Cansado por la hora decide volver a casa y descansar .

Al entrar su madre preocupada comienza a examinarlo y a hacerle preguntas a lo cual él le responde amablemente entendiendo la preocupación de ella , cuando logra calmar las inquietudes sube a su habitación tomado de unas bolsas en la mano , entra y deja las cosas al costado de su cama y se tumba cansado sobre ella , tapándose los ojos con su brazo escondiéndose de la luz y de la realidad por unos cortos segundos .

Su madre entra en su pieza , abre despacio , intentando no molestar y pidiendo permiso acompañada del ruido que hacía esa puerta que la delataba .

— Hola hijo . ¿ Estas bien ?.

Joan se sienta en su cama con los pies colgando

— S - Si mamá , no te preocupes .

Ella mas que nadie en el mundo lo conoce mas así que mentirle seria tratar de ahogar a un pez . Ella lo nota raro , una mirada triste , con un vacío en sus ojos .

— Hijo , se que es muy duro para ti esto , una nueva casa , nueva gente , pero se que vas hacer amigos muy rápidos .

Ella se aprovecha de sus palabras y se sienta al lado de el descansando su mano sobre su espalda .

— Por que eres un chico con un gran carisma y fantástico , y no te vas a sentir nunca , jamás solo , porque siempre estaré para ti ,¿ si ?. Yo soy tu amiga y vos mi best frends .

— Má , es friends .

Él le regala la mejor sonrisa que solo con ella se hace presente .

— No te preocupes por mi , estoy bien y muy cómodo en esta casa .

Él le da un beso en su frente .

— Si te molesta Erick lo puedo echar a la calle , tu estas primero que nadie hijo .

— No , me gusta verte feliz , yo estoy bien y él me cae super .

— Sch , ya le dije que se fuera porque creí que me ibas a decir que si .

—¿ Eh ?.

Él se levanta y mira por la ventana de su pieza y encuentra a Erick sentado afuera solo , Joan le grita que pase y sale su madre a buscarlo .

Una vez que las cosas se calmaron , Joan apaga las luces y se acuesta a dormir .

En su primer día de clases el tiempo se encuentra totalmente oscuro con una ligera llovizna que molestaba , debido que estaba nublado Joan se quedo dormido y tuvo que salir sin desayunar olvidándose de su paraguas , viendo que se le hacia tarde decide no volver y apresurarse lo mas que pueda .

Antes de llegar a una esquina comienza a escuchar una melodía un tanto familiar que hace que su piel se erice y sienta una presión en el pecho , guiado por la hermosa melodía que empañaba su mente con recuerdos se topa con una chica , que se encontraba agachada al resguardo de su paraguas acariciando a un perrito abandonado que se hallaba dentro de una caja , él queda paralizado al oír su voz tarareando esa canción , misma canción que sus padres le cantaban cuando era chico , su mente era un caos de emociones , su corazón parecía que se había detenido y ese vacío desaparecía , era una sensación de paz como si por unos instantes dejara de existir , una experiencia cercana a la muerte , ya nada le importaba , que mas da si no respiraba , las emociones se apoderan de él y sus ojos se empañan de lágrimas que ni el mismo podría explicar , solo si estuviéramos en su lugar comprende riamos a la perfección como se sentía en ese momento , tal vez esa melodía despertó una nueva emoción en el que no conocía .

Joan alcanza a ver como ella le regala una sonrisa al pequeño cachorro al terminar , una sonrisa frágil , brillosa y suave , que se hacía invisible por la fina llovizna que caía sobre el , ese pequeño gesto prestado ilumino su vista y calmo todas esas emociones confundas , sintió que su corazón volvió a latir , ella se pone de pie y le da su paraguas al perro para que no se moje , saca de su mochila una lonchera donde guardaba su almuerzo y también se lo regala a él , acomoda sus cosas y se encuentra con la extraña mirada llenas de lagrimas de Joan que la estaba observando , ella se incomoda al verlo así y se va corriendo del lugar bajo la lluvia , el trata de frenarla pero no lo logra , se acerca al cachorro y el comienza a jugar .

— Tuvimos mucha suerte de haberla escuchado , ¿ no ?.

Lo acaricia con mucho cariño , Joan comienza a sentir un cosquilleo en la mejilla , él se toca para frenar la picazón y siente que sus dedos se entumecieron , y se da cuenta que lloró , se levanta y se seca los ojos mientras recuerda esa melodía y la sonrisa suave de esa muchacha , avergonzado al recordar que ella lo vio y sin saber lo que ella pensó de él se va del lugar tratando de distorsionar lo que sucedió para no sentirse avergonzado .

Alex M. Martínez.

El Silencio De Los DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora