El Silencio De Los Deseos

Melodia. Parte - 3

Las semanas pasan y él poco a poco se acomoda con Nico y Nicol volviéndose mas cercanos, formando una gran amistad, compartiendo casi todo lo que hacen, aunque Joan sigue sentado en el mismo lugar, luego del incidente no volvió hablar con ella, él quería hablarle pero se sentía incomodo y no quería molestarla.

Cada día la observaba y se dio cuenta que ella está siempre sola, en las horas de recreo se queda sentada mirando por la ventana hasta que vuelve su profesora, en clases igual, nadie se acerca a pedirle algo, a la hora de hacer un trabajo en grupo ella trabaja sola, en la hora del almuerzo se levanta de su banco y se va del curso, es una chica solitaria que no habla con nadie, encerrada en su mundo.

Joan deja atrás sus temores e intenta acercarse a ella pidiendolé que compartan el mismo libro para poder hablar, pero no le contesta, es completamente ignorado, un libro le pega en la cabeza, él se da vuelta y ve que es Nico que lo invitaba a trabajar junto con su hermana, él acepta sin darse cuenta que ella lo había escuchado, cuando sacó su libro para compartirlo con Joan ya era tarde, se había ido con Nico y se dice en voz baja.

—No más, lo prometimos.

Una mañana Nicol, Joan y Nico bajan a la cantina para comprar algo para comer, van por las escaleras y se topan con un grupo de gente que estaba en ronda, Nicol ansiosa por descubrir lo que pasaba se mete entre la gente y se lleva una sorpresa, ella regresa a las escaleras y toma del brazo a Joan y se abre paso entre la gente hasta que tienen una buena vista y se impresiona al ver a su compañera de banco con un chico, él le decía un tono alto y enojado:

—Disculpate fenomena, me manchaste toda la camisa.

Nicol pregunta a una persona que se encontraba a su lado lo que había pasado y ella le cuenta que ese chico intentó burlarse de ella chocandola, cayo al suelo, se levanta e intenta retirarse del lugar pero él la agarró del brazo para no dejarla ir y al hacer eso ella le pego.

La situación se vuelve densa, un ambiente aterrador se puede palpar, la preocupación de todos se remarca, en un momento de descuido el chico intenta pegarle, Joan sale de la multitud para ayudarla, pero antes de llegar ella lo baja al suelo con una patada al mentón y todos se quedaron en silencio, atónitos, ella levanta su campera que había tirado y se retira del lugar sin mirarlo.

—Por esta razón te decíamos que no te acercaras a ella.

La imagen de esa muchacha sonriendo bajo la llovizna de esa mañana no puede ser borrada viéndola enojada, con una mirada helada, él se pregunta si esa chica que vio aquella mañana es la misma que presenció en este momento, es como si hubiera vuelto a nacer.

Él la observa tratando de dibujar con su imaginación esa sonrisa que vio.

En la hora de almuerzo ella se va del curso y Joan llama a Nicol y a Nico, ellos se acercan y el le pregunta decidido:

—¿Me podrían contar sobre ella?.

Señala con disimulo el banco.

—Bien, yo te contare con deta...-

Nicol le pone su mano en la boca para callarlo.

—Mi hermano es un idiota, así que te voy a contar como es ella, eres una gran persona y mi excelente amigo, después de escuchar esto tu decides que hacer, ya eres grande, bien, ella empezó desde tercer año con nosotros, al ser la nueva todos queríamos conocerla y preguntarle, desde el primer día fue una chica callada, todos intentamos acercarnos, pero solo nos ignoraba, asi los días pasaron y todos dejamos de prestarle importancia, un día un chico quiso ayudarla porque se le había caído algo, en el momento que la tocó fue golpeado por ella, asi se fue ganándose su reputación, ya nadie se atreve acercarse, ni hablar con ella, nadie del colegio la tolera, por esta razón te decimos que no tienes que acercarte a ella, ya que te van a mirar mal y vas a salir lastimado, no es una chica con la cual puedas tratar, ¿si? Lo digo por tu bien, porque te quiero.

Él queda con esa idea deambulando en su mente, nadie la puede tocar, es fría, callada, guardada, pero bajo esa oscura apariencia se encuentra su luz, se guarda la sonrisa mas frágil y sincera que presenció en su corta vida.

Caminan hacia la cantina mientras Nicol lo reta y trata de convencerlo de que borre la idea de acercarse a ella, trata de averiguar el porque, pero no consigue nada.

Al llegar a la cantina Nico comienza a pelear por un lugar en la enorme multitud para poder comprar antes de que se agoten, por otro lado Nicol y Joan se encuentran al costado, fuera de la multitud de gente, él ve que su compañera de banco subía por las escaleras, y por su lado dos chicos bajaban un cajón de madera un tanto grande, venían inestable por las escaleras, se movían como un péndulo, uno de ellos pisa mal sobre el escalón y se viene abajo, justo sobre ella, Joan la toma del brazo bruscamente y la trae con él, la abraza suave mientras se da vuelta y la punta del cajón corta su espalda rompiendo su remera y creandole una herida, él al verla como encaja a la perfección entre sus brazos deja de sentir ese tímido dolor, entre ellos se borran las distancia, ella no se siente incomoda, una sensación de tranquilidad invade su cuerpo, no era la misma sensación que sentía cuando la tocaban los demás, pero aun asi se asusta y se despega bruscamente de los brazos de Joan, ella lo empuja hacia atrás y se va del lugar corriendo, Nicol se acerca a él con miedo y le grita:

—Por lo menos le hubieras dado las gracias.

Le regala toda su atención a Joan.

—Tenemos que ir a la enfermería a que te revisen.

Sale de la multitud Nico y se asombra verlo a Joan lastimado.

—¿Que pasó?.

—Eso no importa, tenemos que llevarlo rápido para que lo revisen

—Tienes razón.

Él se mete las cosas que compro en la boca y alza a Joan como si fuera una frágil princesa.

—¿Que haces? Nico bajame, puedo caminar.

—No voy a dejar que nada te pase amigo.

Comienza a correr por los pasillos mientras todos le abren paso, cuando llega, abre la puerta con mucha ira y grita pidiendo por favor que lo atendieran y que no se muera, la enfermera asustada lo toma y lo pone en la camilla.

Alex M. Martinez