Invitacion

292 26 33
                                    






Rumania 🇷🇴



Transilvania es una región que se ubica al centro de Rumania, conocida por sus fronteras montañosas y el inmenso castillo Nara donde vive el Conde.




Centro de Transilvania



Dos brujas caminaban tratando de pasar desapercibidas por la plaza, como todos los domingos iban a comprar algunas especias y alimentos.

— El dinero cada día es más insignificante... mira el precio de esas fresas —señaló TenTen— pronto tendremos que usar nuestras monedas de oro para pagar lo que comemos

— Ya pensaremos en algo...

— Temari ¿porqué no decimos abiertamente que somos brujas y prestamos servicios?

— ¡Shuu! —calló de manera prepotente— no podemos hacer eso, ¿Quieres que nos quemen? —susurró

— Ya nadie hace eso —dejó las fresas— atendemos a escondidas a mujeres con pociones de amor y amarres para hombres que no las aman, ellas deberían ser quemadas por obligar amar

— Sabes que no podemos hacer que nadie ame a nadie, lo único que hacemos es crear dependencia emocional que hace una ilusión de "amor" pero en realidad no lo es

— Si ya lo sé, pero ellas no lo saben —sonrió y cogió un sombrero— ¿Quisiera poder comprarme algo así? —Temari leía el anuncio pegado en una pared— Temari —buscó a su alrededor— Temari no me dejes hablando sola....

TenTen caminó y se paró a su costado leyendo el anuncio

— El Conde dará un baile

— Se dice que es un vampiro porque según no se le ve de día —sonrió

— Tu y yo sabemos que los vampiros tienen tolerancia a la luz de día siempre y cuando este nublado, sólo el sol los perjudica... ¿Con que un baile?

— Hay dinero —habló sorprendida— el Conde dará dinero a quienes asistan como incentivo, me asusta pero me gusta.

— ¿Qué te asusta?

— No lo sé Temari, tal vez que sea cierto que es un vampiro —negó

— ¿Y que hay de malo con eso? Los vampiros matan a doncellas virgenes porque son selectivos por naturaleza

— ¿Y que no lo somos?

— Si, pero somos brujas —la miró— no es que no tengamos poderes

— Se te olvida que los vampiros te borran la memoria y te hacen caer en una hipnosis solo con mirarte... la única manera de que su hipnosis no funcione es que estén enamorados de la mujer.

— Reitero lo antes dicho —le sonrió y sacó el papel de la pared— somos brujas y eso no tendría porque tener efecto en nosotras... ven vamos a casa y busquemos algo para mañana en la noche.

— Ay Temari estás loca, yo no quiero ir, me da miedo...

Temari negó y arrastró a su amiga para salir de la plaza e ir a su casa.

Ellas vivían a las afueras de Transilvania




Castillo del Conde Nara




Los gritos de la mujer eran agónicos, el licántropo era enorme, robusto, miembro de gran fuerza dotado de enorme vigor. Añade a eso sus perfectos ojos negros enmarcados con peludas pero delineadas cejas... dientes perfectos y puntiagudos.

Todo un semental.

— ¡YA NO! ¡POR FAVOR YA NO! ¡DUELE MUCHO!

La mujer que encontró en el bosque lo cautivó, hermosa de rostro y cuerpo voluptuoso a quién convenció de seguirlo por algunas monedas de oro.

Todo el camino hasta el castillo era desesperante, el licántropo estaba urgido por consumar el acto sexual.

Los suaves besos de la chica lo motivaron más, cuando llegaron al castillo él tomó su mano y la llevó hasta una puerta donde empezaron a bajar por unas escaleras.

Con forme bajaban el olor del ambiente se hacía desagradable.

— ¿Esta cerca tu habitación? —preguntó y él apenas y la miró— quiero irme de aquí —trató de soltarse— no quiero quedarme aquí... ¡¿Qué no oyes?!

El licántropo empujó a la chica en el piso, la miró de arriba abajo y se saboreó.

— No me hagas nada, soy viuda y estoy sola, yo sólo quería algo de dinero —sollozó— ¡Por favor no me hagas nada gritó!

El licántropo al escuchar que ya no era virgen se enfureció. La levantó del piso sujetándola del cuello y con su mano libre la desvistió dejándola completamente desnuda.

La giró y encadenó de manos hacía la pared.

El licántropo hasta ese momento se había mostrado en su forma humana, pero dado a lo enfurecido que estaba la mujer vio como la sombra de él crecía haciéndose más grande e imponente.

— Dios mío —pronunció en llanto

El licántropo se acomodó y abrió las piernas de la mujer entrando por su segundo orificio sin si quiera haberlo lubricado previamente.

La mujer movía su cuerpo y sus manos encadenadas ante el dolor, el miembro del licántropo estaba lleno de sangre pues había desgarrado el segundo orificio de la mujer con rudeza.

El eco de los gritos no eran más que aliento para el licántropo quién aumentaba su vigorosidad en cada embestida.

La mujer se vomitó a si misma producto del dolor y la desesperación, el licántropo eyaculó gruñendo ferozmente liberando toda la carga que tenía de días de no tener acto sexual.

El licántropo salió de la mujer y con sus garras rompió las cadenas haciendo que ella cayese en el piso.

— Déjeme salir... —susurró mirando el piso— se lo suplico por favor.

El licántropo en su sed de sangre y alimento fue destrozando el cuerpo de la mujer poco a poco, la mujer agonizó por varias horas puesto que empezó comiendo los dedos de sus manos y pies para luego pasar a sus miembros y finalmente comer su corazón.

El olor fétido era porque yacían otros cuerpos cercenados, cada una con una historia similar pero de final diferente.

El licántropo era un huésped asiduo al Castillo Nara. Las fiestas del Conde eran sus favoritas porque habían víctimas con las cuales podía tener actos sexuales sin mayor remordimiento. Para luego matarlas.

Habría una fiesta mañana y debía prepararse para las doncellas.




*Licántropo: Parecido a los hombres lobo, a excepción que no necesitan la luz de luna para transformarse, poseen fuerza sobrenatural, velocidad y resistencia.

Dato adicional: DETESTAN A LOS HUMANOS



Continuará 

Tres Noches...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora