Capítulo 15

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Miel

Eli

Las cosas entre ambas no podían ir de mal en peor, las pequeñas discusiones que teníamos cuando recién había llegado había empeorado con el paso de los días, era cada vez más difícil hacer que mantenga la calma, esa niña me estaba volviendo loca y el odio entre ambas había empezado a crecer, yo no odiaba a mi hermana, no me malinterpreten, daría mi vida por ella, la amaba pero verla tan cambiada, tan influenciada por mi madre había hecho que la tolerancia que tenía hacía ella y el respeto caiga en picada dejándolo en un valor inexistente siendo reemplazado por el malestar en general que ella me creaba.

Era una copia exacta de mi madre y eso era lo que más molestaba.

-¡Dame mi maldito cepillo!-grite corriendo atrás de ella por todo el pasillo de la madriguera

La puerta de la entrada se abrió, eran alrededor de las 15 de la tarde cuando por la puerta entró un alegre Sirius Black con bolsas en mano pero al vernos correr hacia él y con mi semblante furioso, se hizo a un lado un tanto impresionado por la velocidad a la que corríamos.

-¡Ven aquí!-grite y cuando salí por la puerta, la perdí de vista ya que esa maldita corría más rápido que yo

Sentí gotitas caer sobre mi cabeza y al levantar la cabeza, un balde de agua fría cayó de lleno sobre mi mojandome de pies a cabeza, ahogue un grito por lo helada que estaba y luego sentí algo golpear mi cabeza, mi cepillo.

Me quite el cabello de mi rostro y lo exprimi mientras me agachaba a agarrar mi cepillo

-¡Me la vas a pagar, espero que te escondas bien porque cuando te encuentre te va a ir peor!-

Mire a sirius y este me miraba tratando de aguantar la risa

-¿Y tú qué?- pregunte de mala gana y este alzó sus manos en señal de rendición

-Yo no dije nada- respondió divertido -¿Y los demás?- pregunto curioso

-Fueron de compras-

-¿Osea que están solo ustedes dos?- pregunto y negué

-Están los gemelos y Ginny- respondí mientras me quitaba la remera empapada en agua, Sirius me miro y note como sus ojos bajaron por todo mi abdomen y paraba sutilmente en mi busto

-¿Que miras viejo pervertido?- me burle tirándole mi remera mojada a la cara mientras me adentraba a la casa nuevamente, cerré la puerta y Sirius me coloco mi remera húmeda sobre mi hombro

-No te estaba mirando- soltó bufando y alce una de mis cejas

Vi algo moverse a mi costado y vi la cabellera rubia de mi hermana escondida entre las plantas

-¿No vas a saludar a los gemelos?- pregunté fingiendo demencia

-¿Dónde están?- preguntó dejando las bolsas sobre la mesa del comedor

-En el patio- respondí desinteresada y lo seguí ya que él iba adelante.

Fred al verme silbo y ya que estaba regando las plantas de su madre, cosa que la misma le había pedido hacer hace alrededor de dos horas pero él lo estaba haciendo ahora

-¿Me lavas los pies?, Tengo barro en ellos- pregunté suavemente

-Ten- dijo tendiendome la manguera -¡Canuto!- saludo y lo mire extrañada por aquel apodo pero no dije nada

En un rápido movimiento moje las plantas y escuche el grito de mi hermana, iba a correr pero la sujete de la remera empezando a mojarla de pies a cabeza

FINNITO // Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora