FINNITO // Sirius Black

Capítulo 16

¡Que reine la paz!

Eli

La venganza era uno de las mejores actos para mí y tener como aliada a una Weasley era una satisfacción doble.

-¿Estas segura que están todos durmiendo?- susurre y Ginny asintió con una sonrisa en su rostro, basto una semana para que la crema infinita terminase de ser infinita y en toda esa semana la pobre de Ginny tuvo que aguantar las risas de sus hermanos, seguí discutiendo con Lizzye para no levantar sospechas de que planeaba algo pero había llegado el momento,al fin había llegado el día en que le cobrase la broma anterior.

-¿Tienes todo?- preguntó Ginny y asentí, ambas nos miramos y luego caminamos lentamente hasta la habitación de Lizzye la cual compartía con mi tia, justo al lado de la habitación de Remus y Sirius.

Abrí la puerta lentamente y mire la habitación con detenimiento, mi tía dormía boca abajo y sumamente tapada mientras que Lizzye dormía boca arriba abrazando con fuerza una de sus almohadas.

Deje pasar a Ginny y luego entre lentamente detrás de ella, cerré la puerta detrás mío y ambas caminamos en puntillas hasta la cama de Lizzye, lentamente Ginny se puso en la cabecera y yo me puse del lado de sus pies ambas quitamos nuestras mochilas y nos pusimos manos a la obra.

Mientras Ginny llenaba el cabello de Lizzye con un polvo blanco el cual al estar en contacto con el cabello, se convertía en pequeños seres que caminaban sobre este y te torturaban diciéndote palabras ofensivas.

La duración de tal efecto y tal polvo, duraría lo mismo que duró la crema de afeitar de Ginny.

Por mi parte, me puse a pintar su cuerpo con un spray verde fosforescente, llene todo su cuerpo de pintura y abri más mi mochila mientras Ginny empezaba a dejar trozos de queso sobre la cama de Lizzye junto con trozos sobre su ropa y entre su cabello.

Espere pacientemente que terminará para luego sacar la jaula que estaba sumamente pesada y que tardamos una semana en recolectar y más aún en hechizar.

Lentamente abrí la jaula y ratones pequeños empezaron a salir, exploraban la cama hasta que encontraban el queso y empezaban a comer.

El hechizo ya estaba hecho, una vez que las ratas empezarán a comer, el queso se haría infinito y las mismas no podrían alejarse de Lizzye hasta que ella dejase de ser verde ya que lo que tenía en su cuerpo, más allá de ser una pintura, también tenía un olor que mantenía a las ratas pegada a ella.

El efecto solo duraba unas horas pero estaba segura que amaría verla durante las horas que durasen.

Tanto Ginny como yo chocamos palmas sin hacer ruido y en el momento justo que dimos un paso, mi tía se giró de golpe, ambas palidecimos y la miramos fijamente, volví a respirar en el momento en que vi su antifaz sobre sus ojos, mi tía se estiró y se acomodó del lado en el que estábamos pero sin siquiera notar que estábamos allí.

Tanto Ginny como yo nos apresuramos a salir de la habitación de ambas y corrimos por el pasillo hasta las escaleras, en silencio empezamos a esconder las cosas que usamos para luego juntarnos en la cocina y prepararnos un sandwich

-¿Cuánto crees que tarde en darse cuenta?- preguntó mientras masticaba y empezábamos a hablar de Hogwarts, no supe cuánto tardamos pero cuando Ginny fue a su cuarto y yo me acerque a la puerta que daba al patio con un vaso de agua en mano supe que habíamos tardado demasiado.

El sol estaba lentamente asomándose en los cielos y pude ver cómo algunas aves empezaban a volar lejos de sus nidos

-Es muy temprano para que estés despierta-