Capítulo 20

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Era la cena después del partido, y a pesar de los paparazzi que le acosaron a la salida cuando Lexa se subió al Mercedes de Clarke y con su hijo detrás básicamente extasiado por la gran exhibición que su madre había dado en el partido, lograron llegar a un restaurante privado para poder celebrar.

El equipo iba a dar una fiesta para celebrar que incluía a múltiples estrellas del baloncesto y de otros rubros, sin embargo, a Lexa no podía importarle menos, prefería cambiar eso por una velada tranquila con su familia.

– Entonces ¿Necesito pararme un segundo antes de lanzar? Siempre lo he hecho todo seguido. –decía el chico mientras devoraba la pasta con salsa pomodoro y carne en un clásico italiano.

– Por eso fallas en el tiro de tres puntos, tienes que darte un momento para mirar la canasta. –explico la mujer dándole un bocado a su lasaña de verduras.

Clarke solo podía mirar increíblemente entretenida en la escena de madre e hijo discutiendo. Ella solo se había mantenido al margen todo el camino, dejando que los dos pasaran el tiempo juntos además que a ella le fascinaba ver aquellos intercambios, le daba mucha paz.

– ¿Estas enferma o algo? –la voz de Lexa la saco de sus pensamientos.

– ¿Perdón?

– Apenas has tocado tu ensalada. – Clarke miro el plato lleno de vegetales, se había pedido una ensalada capresse.

– No, no estoy enferma, solo estaba distraída con su conversación. –sonrió la mujer al notar que tanto la atleta como su hijo tenían la boca manchada de salsa pomodoro.

– ¿Qué pasa? –pregunto la ojiverde desconcertada por la sonrisa de la diseñadora quien sin decir nada tomo su servilleta de tela y limpio los restos de salsa de la boca de su hijo, la atleta al notarlo inmediatamente intento limpiarse con su propia servilleta pero fue detenida por las manos delicadas de la rubia quien tomo su mentón y paso hábilmente la tela sobre las comisuras de sus labios.

– Listo, como nuevos. –dijo la mujer retirando sus manos de la cara de Lexa para sorpresa de esta quien estaba disfrutando el contacto.

Después de eso la cena transcurrió en calma total hasta que en el momento del postre el tema de la boda de Harper salió a relucir por boca de Aden.

– ¿Qué tal el vestido de la tía Harper? –preguntó el ojiverde tomando un pedazo de su pastel de chocolate con el cubierto para acto seguido llevárselo a la boca.

– Oh, bueno está casi listo, dentro de una semana se lo enviaré a Harper para que lo pruebe y yo tenga tiempo de arreglar cualquier desperfecto antes de la boda. –explicó la diseñadora tomando un poco del postre de su hijo haciendo que este la mirara indignado pero dejándola tomar del pastel de cualquier modo.

– Vi lo que hacías en tu estudio, realmente parecía una obra de arte. –halagó Lexa para satisfacción de la diseñadora quien se sintió feliz de escuchar aquello viniendo de la atleta.

– ¿Tu irás, má? –cuestionó Aden para sorpresa de la peli castaña que no supo que responder a eso.

– Bueno yo... –intentó decir pero fue interrumpida por Clarke.

– Nos encantaría que fueras. –dijo la rubia poniendo su mano encima de la de Lexa en la mesa–. Además tendríamos tiempo de visitar a tus padres y charlar. –recalcó la última parte para darle a entender a la otra mujer que aún faltaba confesarle la verdad a la familia Woods.

Lexa la miro por cosa de segundos y entonces asintió tranquilamente.

– Claro, le pediré a Lincoln que me deje ese espacio libre.

CUESTION DE RESISTENCIA CLEXA AU GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora