SEÑOR LOBO-YOONMIN

Capitulo 24

Su pecho dolía, su mirada estaba nublosa y su corazón tamborileaba fuertemente.

Quería vomitar, estaba viendo todo, ya lo sabía, lo presentía, esos
sueños.

Todo tenía sentido ahora.

Esas pesadillas que lo atormentaban no eran producto de su imaginación.

"Esto realmente sucedió"

Pensó horrorizado, estaba mareado, no quería seguir viendo, no quería, quería que todo se detuviera.

¿Cuánto dolor experimento esa persona?

Solo de ver Jimin estaba desconsolado, las imágenes eran tan fuertes que no quería seguir viendo, quería censurar los gritos, el llanto desesperado de ese chico.

Jimin pensaba "Y... ¿Si hubiera sido yo?"

Estaba llorando desconsolado conforme pasaban las imágenes, quería que se detuvieran, quería que todo parara, no lo soportaba, quería a Yoongi a su lado.

"Por favor basta, Yoongi, ayúdame, ayúdale, lo están lastimando"

Dijo llorando, pero las imágenes no se detenían, seguían mostrando la historia, la diosa quería mostrar todo, no quería cometer los mismos errores nunca más.

Cuando todo termino Jimin se sentía tan mal que empezaba a desvanecerse, quería a Yoongi a su lado, quería sentirse reconfortado.

Antes de caer, una energía revitalizo su cuerpo, estabilizo sus emociones y reconforto su alma.

Aturdido abrió los ojos que hacia minutos tenía fuertemente cerrados.

Estaba en un lugar hermoso, el cielo azul se extendía sobre su cabeza, debajo de sus pies se extendía el agua, pero no se hundía, solo veía la claridad de esta y como se reflejaba el cielo en la misma, de vez en cuando peces con colores hermosos saltaban dejando formas en el aire.

Era una vista impresionante y fantasiosa, muy hermosa.

Una intensa luz apareció, parpadeo dos veces y poco a poco se empezó a formar la silueta de una mujer.

La forma de luz borrosa femenina empezó a tomar claridad.

La diosa se presentó frente a Jimin. A Jimin se le secó la garganta y el cuerpo se le ha entumido.

Era un dios, ¡Una diosa verdadera!

"¡Por favor, que mi cordura siga intacta, que esto no sea un sueño!"

Pensaba desesperadamente Jimin, la diosa frente a él le sonrió con ternura y le dijo.

"¡No es un sueño, esto es real!"

Su voz era hermosa, incomparable a la de los mortales, traía consigo un suave consuelo, acunaba con cuidado el alma y hacia al cuerpo relajarse.

Jimin bajo la vista por miedo a ofenderla, había leído muchos libros de fantasía y visto muchas películas y series, siempre mostrando a los dioses arrogantes, celosos y autoritarios, y no se equivocaba, en general casi todos los dioses se caracterizan por eso, pero no Selene, ella no.

Con cuidado extendió su mano, delicadamente levanto el mentón de Jimin, para que la viera a los ojos.

"Está bien, no pasa nada, aquí estás seguro"

Sus palabras las acompaño de una suave sonrisa que aligero el miedo en el corazón de Jimin.

"Lo has visto todo"

Jimin sabía a qué se refería y asintió.

"Ese es el pecado de mis hijos, mi pecado, yo no soy exenta, debido al daño que cause, me exilie y me debilite, perdiendo gran parte de mi poder"