Cositas

Secreto, Aemond

Aemond ha deseado a Lucerys desde que tiene oxígeno en su cuerpo.

Un Velaryon en toda la palabra, una piel besada por el sol, canela fundido que le dan ganas de lamer y morder por todos lados, cabello tan blanco que es solo comparable con la nieve o espuma de mar, ojos de un lila cristalino cual amatistas más preciosas del mundo, cuerpo suave, curvo como las olas de la mar.

Lucerys ha crecido como doncel, el portador de vida un don que solo los Velaryon poseían, sin importar cuánto Velaryon y Targaryen se mezclarán este don permanece en la casa marítima exclusivamente, nunca se encontró la forma en que un Targaryen fuese un doncel, fue algo que se guardo con tanto recelo, el último doncel fue el padre de Corlys Velaryon, un tercer hijo de un quinto hijo, el Don fue tan poderoso que, el doncel Gaemon Velaryon fue heredero indiscutible de la Casa, aún cuando este estaba tan debajo en la línea de sucesión como un bastardo, eso llevó a que su primogénito Corlys "la serpiente marina" heredará la Casa que hoy dirige, de ese suceso han pasado casi sesenta años, desde entonces no hubo un doncel más, hasta que Lucerys nació.

Fue una sorpresa que, haya nacido de un vientre Targaryen y no un Velaryon puro como siempre se aseguran en cada generación, en esta, Vaemond hermano de Lord Corlys era el encargado de ello, se casó con su hermana menor Alyssa Velaryon para mantener pura la sangre, pero de la unión de ellos no había nacido el doncel, no, el doncel nació de la delicia del reino, quien pronto fue destronada por su propio engendro.

Lucerys fue educado para heredar, se casaría con Joffrey o con Daeron, su hermano menor o su primo mayor que era puro, en cambio Aemond era un mestizo, que para rematar, no tenía una gota de sangre Velaryon por ninguna parte, pero Aemond siempre ha luchado por lo que quiere.

Por lo que, no es una sorpresa cuando Aemond se obsesiona con ese doncel a tal punto que todo lo que esté en torno a él, gira también en torno al mismo Aemond.

Empieza sigiloso, sin darse color, se asegura de ganarse la confianza de su etero sobrino, este tenía 10 años en aquel momento lo aleja de los niños tan lentamente, que Lucerys tarda casi 3 años en darse cuenta que su único amigo es su tío Aemond, cuando descarta a los niños a su alrededor, sigue con sus hermanos, ponerlo encontra de Jacaerys y Joffrey fue tan fácil como susurrar palabras venenosas en sus oídos chocolateros "Jacaerys no puede jugar contigo, prefiere jugar con los mayores", "Joffrey es un niño pequeño, no puedes jugar con el, lo lastimaras" , "Jacaerys te invito a jugar aquí, pero no te vino a recibir, tu hermano se olvido de ti", "Jacaerys heredará el trono algún día, tu heredarás marcaderiva, es por eso que el no te quiere, tu trono será más pequeño, un rey con un hermano de asiento pequeño" , "Jacaerys nunca busco ser un buen hermano, siempre pendiente del trono, Joffrey es un bebé aún, supongo que solo nos tenemos a nosotros taoba" .

Lucerys tiene catorce días del nombre ahora, su piel brilla, su cabello blanco cae en rizos ligeros y gordos sobre sus caderas, su cintura es estrecha y sus caderas deben ser tan fértiles como las de Rhaenyra, el azul con plata de su vestido lo hace ver, sublime, etero, puro, precioso.

Su corazón bombea toda la sangre a su cerebro y al sur de su cuerpo, tiene a Lucerys donde necesita, solo falta una pieza más, necesita algo más para poder tomarlo, reclamarlo, pelear por el como su legítimo esposo, hacerlo suyo.

El jaque llega a el de manera inesperada, por nada menos que su media hermana, es como si le hubiesen entregado a Lucerys en bandeja de oro, desnudo y a su Merced, casi regalándole al doncel para su deleite.

Fue sin querer, acostumbrado a espiar a Lucerys en sus aposentos, camina por los pasillos secretos con serenidad, este día Lucerys solo durmió y fue magnífico , se levantó en búsqueda de nada menos que su tío y único amigo , se dirigía a fingir un rencuentro inesperado cuando escucho eso.