Capítulo 2. Lucas

1 1 0
                                    

Humo, llamas, tos, el grito desgarrador de su madre pronunciando su nombre. Poco a poco iba perdiendo la conciencia, no podía respirar y su corazón se iba parando. Notó el frio césped bajo su espalda, su padre sujetándole la cabeza en un intento inútil de conseguir que respirase. Un gran estruendo inundó el barrio, su porche derrumbado y el nombre que no dejaba de salir de la boca de su padre: Becka.

Lucas se despertó bruscamente y miró a su alrededor tomando conciencia de que se encontraba sobre el sofá de su casa y que solo había sido uno de sus sueños recurrentes, o mejor dicho de sus pesadillas. Su padre se encontraba a su lado de pie colocándose su uniforme de trabajo, era subinspector de la policía.

-Estabas llamándola en sueños, ¿todavía continúan esas pesadillas?. -preguntó Will preocupado por su hijo, Lucas asintió y pasó su mano por la frente. Habían pasado 8 años desde aquel suceso, pero las pesadillas no cesaban.

-Date prisa si no quieres llegar tarde al partido. No me esperes para cenar, estaré en la comisaría hasta tarde.

-Mierda-pronunció el joven de ojos azul eléctrico al mirar su reloj, acto seguido agarró su chaqueta colocada sobre el sillón y salió hacia su jeep negro tras despedirse a prisa de su padre.

Al llegar el partido ya había comenzado, tomó asiento en la primera fila justo por detrás del banquillo de los Lawrence, era el primer partido de la temporada y como cada año iba a animar a sus dos mejores amigos, Aiden e Izan. Ambos siempre fueron muy insistentes con que el también debería pertenecer al equipo, pero Lucas siempre se negó por dos motivos: el primero de ellos era su asma, desde pequeño era asmático y ante grandes esfuerzos, como supone un deporte como lacrosse, o estrés le entraba un ataque de asma que le dejaba sin respiración. El segundo era la música, ese era su hobby desde siempre, le encantaba tocar todo tipo de instrumentos y realmente tenía un don para ello.

El tiempo fue pasando y cuando el árbitro dio por finalizado el partido fue hacia el campo para abrazar a sus amigos. Mientras se acercaba hacia Aiden observó como Izan discutía con el segundo capitán,  Mylan y posteriormente se dirigía hacia los vestuarios enfadado sin siquiera notar la presencia de Lucas allí.

- ¿Qué tal tío?. -pronunció Aiden chocándole la mano.

-¿Qué le pasa a Izan?.-preguntó con curiosidad mientras observaba a Mylan hablando con dos jóvenes, a una ya la conocía por ser la capitana del equipo de vóley, en cambio a la segunda nunca la había visto.

-No sé, creo que se enfadó con Mylan porque no le pasaba la pelota. Pero bueno, ya sabes el pique que tiene con él por haberle quitado el puesto de segundo capitán. - Lucas desvió de nuevo la mirada hacia su amigo y asintió con una media sonrisa.

-Mi padre llegará tarde hoy, ¿os venís a mi casa y cenamos algo?.

-De lujo, danos unos minutos para ducharnos y vamos.

-Perfecto, os espero en el aparcamiento.

Aiden se apresuró hacia el vestuario y Lucas se quedó sobre el campo observando como casi no quedaban personas allí, salvo Raylee y la chica misteriosa que hablaban sonrientes. Con rapidez pasó a su lado mientras caminaba hacia el lugar donde esperaría a sus amigos. Quizás esa chica era la nueva novia de Mylan, no sería extraño teniendo en cuenta que en general todos los jugadores del equipo eran bastante don juanes. Lucas siempre se había sentido diferente a sus amigos, era más frio y distante, no tenía interés en establecer relaciones emocionales, no quería volver a sentir lo que es perder a una persona a la que quieres y pensaba que la única manera de evitarlo era cerrarse ante todos.

Melodías del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora