-¿Dónde coño está la clase de música?, me dijeron que era por este pasillo-se repetía a sí misma en voz baja. La de ojos esmeralda iba caminando a paso ligero en busca de lo que sería su nueva distracción. Por suerte encontró la puerta que buscaba y tras dudar unos segundos, entró. Era una sala bastante grande con muchos instrumentos, varias sillas esparcidas por el medio y algunas ventanas que dejaban entrar la luz del atardecer dando un ambiente muy cálido al lugar. En la clase había unas 15 personas distraídas dejando las mochilas en un perchero, cogiendo instrumentos o charlando entre ellos. La figura de un hombre de pelo canoso vestido con una camisa de cuadros llamó su atención y se dirigió hacia él que se encontraba de espaldas mirando por una de las ventanas.
-Hola-saludó algo tímida, el hombre se giró y le regaló una amplia sonrisa.
-Buenas tardes, soy el Sr.Davis, el profesor de música. Llevaba unas gafas que le daban un toque intelectual y una ligera sombra de barba.
-Soy Alison. Es mi primera vez en una clase de música, aunque siempre he estado muy interesada en ella, me gusta mucho cantar y componer. El Sr.Davis asintió con una sonrisa, y tras pedirle que tomase asiento se colocó en el centro de la clase donde las sillas ya se encontraban trazando un semicírculo.
-Hoy os voy a dejar una tarea. Tenéis una semana para presentarla. Algunos murmullos comenzaron a hacerse presente, aunque cuando el profesor volvió a hablar, se hizo el silencio.
-Por parejas tenéis que componer una canción, puede ser una melodía en la que cada miembro toque un instrumento, una canción en la que uno sea vocalista y el otro acompañe con algún instrumento o en la que haya dos vocalistas. Tenéis total libertad en ese sentido. Comenzaréis hoy en lo que queda de clase y os dejaré también la clase del miércoles y del jueves.
Alison se sentía algo pérdida ya que no conocía a nadie allí presente y temía quedarse sin pareja. Empezó a mirar a su alrededor observando como poco a poco se iban formando parejas lo que la puso aún más nerviosa. Hasta que sus ojos se clavaron en un rostro conocido, un chico de pelo negro y ojos azules, el mismo chico que había visto el viernes en el partido de lacrosse, casi sin pensarlo fue hasta el que se encontraba sentado en una silla tocando algunos acordes con la guitarra. Al verla aparecer a su lado, levantó la vista y clavó sus ojos en ella.
-Hola, ¿tienes pareja? -pronunció Alison en un tono tímido.
-¿No crees que deberías preguntarme mi nombre antes de ligar conmigo?-contestó Lucas en un tono vacilón mientras dirigía su mirada de nuevo a la guitarra.
-Me refería para el trabajo del Sr.Davis-Alison no pudo evitar ponerse roja tras el cometario del joven.
-No, no tengo. Puedo hacerlo contigo si quieres tomate-dejó entrever una pequeña sonrisa.
-¿Tomate?
-¿No eres consiente de lo roja que te pones cuando tienes vergüenza no?-Alison resopló y fue a por su silla para sentarse al lado de su nuevo compañero.
-Empecemos otra vez. Hola me llamo Alison-la joven le tendió la mano, y él le dió un apretón. -Hola, me llamo Lucas, aunque me suelen llamar Luke.
-¿Qué instrumentos sabes tocar?
-¿Sonaría muy egocéntrico decir que prácticamente ninguno se me resiste?-contestó dejando la guitarra en el suelo y fijando sus ojos en Alison, algo que la puso nerviosa.
La de ojos esmeralda soltó una risa. -Bueno más que egocéntrico yo diría que espectacular, yo no sé tocar ninguno, solo canto aunque nunca he ido a clases así que...
-Espero que no suenes como una oveja berrando-ambos se rieron ante el comentario del joven.
-Creo que no.
-Vale pues tú cantas y yo toca la guitarra, es mi instrumento favorito.
-Me parece bien. Lo más complicado es componer la letra aunque yo tengo algunas composiciones que nos podrían servir de ayudar.
-¿Tu también compones?. Wow, ¿no serás tú mi alma gemela? -Alison sonrió y se encogió de hombros.
El profesor Davis se acercó a ellos interrumpiendo su conversación.
-Así que te has decantado por Lucas eh. Buena elección, este chico tiene un don, solo espero que no te resulte demasiado molesto- Alison desvió su mirada hacia el joven que la observaba con una medio sonrisa. -No, yo creo que no-contestó volviendo a mirar al profesor.
-Y contadme, ¿Qué tenéis pensado?.
-Yo tocaré la guitarra y ella cantará, hasta ahí podemos decirte.
-Mm tengo altas expectativas con este dúo, espero que no me defraudéis-tras guiñarles un ojo se fue a hablar con la siguiente pareja.
-Es muy agradable, ¿hace mucho que lo conoces?.
-Llevo viniendo a sus clases desde los 10, así que 9 años.
-¿Tienes 19 y todavía estás aquí?
-Estoy en el último curso porque repetí un curso de pequeño.
-Mal estudiante-Lucas clavó sus ojos en Alison de una forma poco amistosa, lo que la incomodó. – Bueno o no, puede ser por más motivos, perdón por ese comentario.
-Te perdono-dijo cogiendo de nuevo su guitarra.
Para Alison ese chico era del todo misterio, pero le caía bien. Sabía que algo escondía después de ese comentario desafortunado, pero ella no era nadie para meterse en su vida privada, se notaba que no era un chico que se abriese con facilidad. Al acabar la clase se intercambiaron el número de teléfono y ambos coincidieron en que tendrían que quedar fuera de la clase si querían tener la canción para la semana siguiente, así que acordaron quedar el viernes por la tarde.
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Melodías del destino
Teen FictionAlison, una joven recién llegada a la ciudad, conoce a Lucas en su clase de música. A medida que comparten sus pasiones e historias personales, su amistad se convierte en un lazo inquebrantable. Juntos, superan traumas del pasado, encontrando consue...