Capítulo 2: Las calles

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El sol se hundió en el horizonte, proyectando sombras espeluznantes sobre el pavimento mientras Connor y Oslac estaban parados en la entrada de un parque. El viento helado trajo consigo susurros de secretos esperando ser revelados.

"El tiempo es un enemigo implacable", afirmó Connor, con sus poéticas palabras flotando en el aire. "Debemos acelerar nuestros esfuerzos para descubrir la verdad detrás de estas desapariciones".Oslac asintió solemnemente y sus ojos verdes reflejaban determinación. "Estoy de acuerdo. Debemos recopilar más datos para comprender el panorama general".Mientras se acercaban a la casa del sujeto de su primera entrevista, la mente de Connor se aceleró con pensamientos sobre las personas desaparecidas. Quienquiera que fuera el responsable no escaparía a su persecución.Al llamar a la puerta, Oslac sintió un ligero temblor en la mano, pero se recuperó. La puerta se abrió, revelando a una mujer de mediana edad con las mejillas manchadas de lágrimas y un aura de desesperación.

"¿Señora Thompson?" Connor preguntó suavemente. "Estamos aquí para hablar de tu hijo, Mark".

"Adelante", respondió ella con voz temblorosa. Cuando entraron a la sala de estar, una sensación de inquietud impregnó el lugar.

"Señora Thompson, entendemos que esto es difícil para usted", comenzó Oslac, su vocabulario científico momentáneamente reemplazado por empatía. "Pero cualquier información que pueda proporcionarnos puede ayudarnos a encontrar a su hijo".

Ella asintió con la cabeza, con los ojos llenos de lágrimas. "Mark, mi muchacho... siempre estaba buscando placer, nunca contento con lo que tenía. Fiestas, alcohol, drogas... Intenté advertirle, pero él seguía... alejándose de mí".

Connor intercambió una mirada con Oslac, notando cualquier cosa que pudiera ser una pista. "¿Mark tuvo alguna interacción reciente con alguien sospechoso?"

La señora Thompson frunció el ceño, luchando por recordar. "En realidad, sí. Mencionó haber conocido a una mujer cautivadora en una fiesta hace unas semanas. La describió como si tuviera un encanto antinatural... No pensé mucho en eso, pero ahora..."

"Gracias, señora Thompson", dijo Oslac con simpatía. "Esta información es invaluable para nuestra investigación".

Cuando salieron de la casa, los pensamientos internos de Connor se agitaron como una vorágine. La verdad estaba ahí fuera, enterrada bajo capas de engaño y oscuridad. Sabía que con Oslac a su lado lo descubrirían.

"Que este sea el primer paso hacia la justicia", susurró, mientras sus ojos delataban un nuevo fuego en su interior.Connor y Oslac continuaron investigando, buscando conocidos de las otras personas desaparecidas. Se encontraron en un bar con poca luz, donde uno de los amigos de una niña desaparecida trabajaba como barman.

"Hola, ustedes dos", dijo el camarero, limpiando el mostrador con un trapo. "¿Qué les sirvo?""En realidad, estamos aquí para hacer algunas preguntas", respondió Connor. Se apoyó en el mostrador, permitiendo que su rostro de aspecto inocente hiciera su magia. "Estamos tratando de saber más sobre tu compañera de trabajo, Sarah".

"Ah, Sarah", suspiró el camarero. "Era una persona salvaje, siempre persiguiendo la siguiente emoción. Conoció a esta mujer en una fiesta hace unas semanas, no podía dejar de hablar de ella. Dijo que tenía un encanto como nunca antes había visto".

"¿Mencionó algo sobre la apariencia de esta mujer?" Preguntó Oslac, sus ojos verdes reflejaban curiosidad.

"Creo que algo sobre los tatuajes de serpientes", respondió el camarero, rascándose la cabeza. "Parecía bastante cautivada por ellos".

"Gracias", dijo Oslac, su mente ya conectando los puntos. "Esta información es muy útil".Cuando salieron del bar y salieron al aire fresco de la noche, las poéticas palabras de Connor fluyeron como un río. "Un canto de sirena que llama a estas almas perdidas hacia su perdición... Debemos descubrir la verdad detrás de esta enigmática hechicera".

Manuela (Versión en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora