No vuelvas a llorar... ♡ [Scarazuha]

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Al día siguiente ambos despertaron temprano con un fuerte sentimiento de desconfianza, pero fue un lindo día, soleado. Desayunaron con su familia y partieron... Bueno, de hecho, no fueron muy lejos, Shogun a su habitación, se sentía intranquila y sentía que esa sensacion no se iría hasta que solucionaran su inquietud: ese problema con la tal "corporación RST-I"

Mientras que Kuni siguió a su madre hasta su estudio para hablar.

- Adelante, hijo - habló la pelilila con una sincera sonrisa de bienvenida

- Ei... ¿Podemos hablar? - preguntó algo inseguro

- Por supuesto, ¿De qué se trata? - se sentó en su silla

- Verás... - le explicó la situación del hospital y la supuesta corporación secreta de Inazuma

- ... - lo observaba con pena y preocupación - Eso... es cierto, esa organizacion por la cual luchaba tu tía... busca crear un lugar seguro, y eligieron a Inazuma, ocultan y ocultan muertes como si de sus vidas se tratara... y yo no puedo hacer nada al respecto

- ¿Qué? pero, tu eres la presidenta! ¡tienes que tomar las riendas de tu país! - exigió con angustia

- No puedo... yo...

- ¡Ei! necesito que veas por tus habitantes, ¿No se merecen cada uno de ellos una despedida digna? ¿Un funeral? Como el de Makoto... Madre... no dejes que el dinero sea lo que defina la muerte de alguien, no dejes que solo las personas con dinero puedan despedirse de sus familiares como es debido, y que los pobres ni siquiera puedan llorar para no levantar sospechas... - unos ojos lo miraban con una fuerte admiración y orgullo

- Kuni... - se acercó a él para abrazarlo, trago saliva preparándose para hablar - Te prometo que... Voy a hacer algo para solucionar esto

- ... Ten cuidado - pidió para separarse de su madre y dar por finalizada la conversación - Adiós - saludó y caminó hacia la puerta

- ¿A dónde vas...? - indagó con curiosidad

- Emm... Al hospital

- ¿A ver a ese chico? ¿Te encariñaste con él, verdad? - le ofreció una sonrisa sincera

- Me agradó, es todo - salió de la habitación y se dirigió hasta la puerta principal para retirarse de la casa y subir al auto que lo estaba esperando hace 5 minutos en la entrada

- Señor. Buenos días - saludó formalmente el chófer

- Buen día Armando - saludó el menor con menos formalidad

- ¿A donde desea que lo lleve hoy, señor? - preguntó para encender el vehículo

- Al hospital... - comunicó para ponerse los auriculares y comenzar a disfrutar de la vista que se observaba al exterior de su ventana. Entre tantas tiendas de ropa, comestibles, fruterías, etc, hubo una en especial que le llamó la atención más que las demás - detente, Armando - ordenó con una pequeña idea en mente

El auto se orilló cuidadosamente bajo sus órdenes, Kuni se bajó y se dirigió hasta una tienda, 5 minutos después salió y volvió a subirse al coche con alegría, el chófer encendió nuevamente el vehículo y continuó su camino hacia el hospital.

Al llegar finalmente a su destino, el azabache entró al hospital sin prisa y se dirigió directamente al pasillo de las habitaciones, pues no había olvidado aún el número de habitación del albino, y tenía su táctica: ecuación (16-10)+(18-10)= 14; el último digito de sus edades sumados