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capitulo diez: base de datos
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Abrió los ojos lentamente, acostumbradose a la poca luz que entraba en la habitación. Quiso estirar los brazos y se dio cuenta que estaba durmiendo sobre algo duro.
Rápidamente se levantó y notó como Tachos estaba a un lado de ella, mirando hacia la pared. Ella había estado durmiendo en su espalda y le había babeando toda la remera.
Sintió pena, pero después soltó una risita suave y le limpio levemente la remera.
Giró su cuerpo, tenía que irse antes de que cualquiera viera la situación y mal pensara lo que había pasado. No quería tener ningún tipo de problema con Jazmin y menos por algo que era una boludez.
Bajó de la cochera en total silencio y vio como Luca y Rama la miraban curiosos, con sus ojos confundidos y casi asombrados de lo que estaban viendo.
—¡No es lo que parece! —habló de inmediato, alzando las manos de manera de mostrar que era inocente.
Rama soltó una risa divertida y se acostó en su cama. —Ya lo sabemos, Lía. —se encogió de hombros y observó como Amelia estaba dura en el medio de la habitación. —Amelia, vos y Tacho hacían todo el tiempo cuando estaba la fundación.
Luca seguía confundido. —¿Qué? —exclamó sin entender.
Amelia le sonrió vergonzosa. —Nada. Qué Tacho y yo somos como… —se quedó en silencio, sin saber cómo continuar.
