Culpa

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El tiempo pasaba, y Shikamaru seguía luchando por encontrar un trabajo con horarios más razonables. A pesar de sus esfuerzos, seguía siendo el barman de "El 33". Cada noche, cuando se dirigía al bar, sentía una mezcla de determinación y resignación. Sabía que su relación con Sakura estaba en juego.

Mientras tanto, Sakura seguía ocupada en la tienda departamental. Aunque su encuentro con Kakashi había sido breve, no podía evitar pensar en él de vez en cuando. Su misteriosa presencia la había dejado intrigada, y la sonrisa cautivadora de Kakashi seguía apareciendo en su mente.

Un día, mientras Sakura estaba en su almuerzo en un parque cercano a su trabajo, se sorprendió al ver a Kakashi sentado en un banco cercano, leyendo un libro. Era como si el destino los hubiera vuelto a reunir.

Decidió acercarse y saludarlo. "¡Hola, Kakashi! ¿Qué haces por aquí?"

Kakashi levantó la vista de su libro y sonrió. "Hola, Sakura. Solo disfrutando de un buen libro en un día soleado. ¿Tienes tiempo para un poco de compañía?"

Sakura asintió y se sentó a su lado en el banco. Mientras conversaban, descubrieron que tenían intereses similares, incluyendo la literatura y la música. Kakashi tenía un encanto irresistible que hacía que Sakura se sintiera atraída hacia él, a pesar de su compromiso con Shikamaru.

Con el tiempo, Kakashi se volvió cada vez más persuasivo, y después de un par de encuentros casuales, logró conseguir el número de celular de Sakura. Al principio, sus mensajes eran amigables y llenos de conversaciones ligeras sobre sus intereses compartidos. Pero a medida que pasaban los días, la naturaleza de sus mensajes comenzó a cambiar.

Kakashi: Hola, Sakura. Hoy encontré un libro que creo que te encantaría. ¿Te gustaría ir a una librería conmigo este fin de semana?

Sakura: ¡Me encantaría! Gracias por pensar en mí. 😊

Kakashi: Perfecto, espero verte pronto. Por cierto, cada vez que te veo, no puedo evitar pensar en lo hermosa que eres.

Sakura: ¡Eres muy dulce, Kakashi! 😳

Kakashi: No puedo evitarlo, Sakura. Me haces sentir cosas que nunca he sentido antes.

A pesar de su lucha interna, Sakura se sintió halagada por los cumplidos de Kakashi. No podía negar que también se sentía atraída por él. Sus conversaciones se volvieron más íntimas a medida que compartían sus pensamientos más profundos y deseos.

Sakura: Kakashi, no puedo dejar de pensar en ti. Tu sonrisa y tus palabras me hacen sentir viva de una manera que nunca antes había experimentado.

Kakashi: Sakura, cada día que pasa, siento que nos acercamos más. No puedo evitar querer estar cerca de ti, sentir tu piel contra la mía.

Sakura: Kakashi, esto es peligroso. Estoy comprometida con Shikamaru, y no quiero lastimarlo.

Kakashi: Lo sé, Sakura. Pero no podemos negar lo que sentimos el uno por el otro. Tal vez solo necesitamos explorar esto un poco más.

A pesar de sus dudas y la culpa que la embargaba, Sakura no pudo evitar la creciente atracción que sentía hacia Kakashi. Sus mensajes cada vez eran más sugerentes, y sus conversaciones se volvieron más intensas.

Kakashi: Sakura, ¿alguna vez has pensado en lo que sería estar juntos, sin restricciones ni preocupaciones?

Sakura: Sí, Kakashi, lo he pensado. Pero no puedo dejar a Shikamaru. Lo amo.

Kakashi: Yo también lo sé. Pero a veces, la vida nos presenta oportunidades que no podemos ignorar.

A pesar de las advertencias que se daban mutuamente, la tensión entre Sakura y Kakashi crecía con cada mensaje. Ambos estaban atrapados en una atracción magnética que no podían resistir. Sus corazones y deseos estaban en conflicto, y la situación se volvía cada vez más complicada.

Habían entrado en un territorio peligroso y emocionalmente complicado. Los corazones de Sakura y Kakashi estaban en juego, y su futuro juntos estaba lleno de incertidumbre mientras continuaban enviándose mensajes cautivadores en secreto.

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Shikamaru había notado cambios sutiles en la actitud de Sakura en las últimas semanas. Había momentos en los que parecía distante, perdida en sus pensamientos, y su mirada a veces revelaba una chispa diferente. Algo en su intuición le decía que algo estaba ocurriendo, pero su agotamiento constante debido a su trabajo le impedía profundizar en esas sospechas.

Cada noche, cuando regresaba del bar, se encontraba con una Sakura que parecía haber estado esperando su regreso. Ella lo recibía con una sonrisa y trataba de hacerlo sentir especial, pero Shikamaru notaba que ya no era la misma. Sus momentos juntos eran menos apasionados y emocionantes que antes.

A pesar de sus sospechas, Shikamaru optaba por no abordar el tema. Con el tiempo, comenzó a sentirse como si estuviera en una especie de bucle agotador, donde el trabajo lo consumía y sus preocupaciones personales quedaban en segundo plano. La fatiga crónica que sentía cada día le impedía indagar más en las señales de alarma.

"Debo estar imaginando cosas", se decía a sí mismo mientras lidiaba con las demandas de su trabajo. Sakura era su amor, su confidente, y no podía creer que ella pudiera hacerle algo así. La confianza que tenían en su relación durante años era sólida, o al menos eso creía.

A pesar de sus sospechas, Shikamaru se aferraba a la esperanza de que todo se resolvería con el tiempo y que encontraría la manera de recuperar la chispa que sentían al principio. El agotamiento de sus largas noches en el bar lo mantenía sumido en un estado de apatía, donde las preocupaciones personales eran desplazadas por la necesidad de mantener su empleo y proporcionar para su futuro con Sakura.

Sin embargo, las sospechas seguían ahí, acechando en segundo plano, esperando a que Shikamaru tuviera la energía y la claridad mental para abordarlas. Mientras tanto, él luchaba cada noche anhelando un cambio en su vida que le permitiera recuperar a la Sakura que sentía que estaba perdiendo.

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