Cruz de navajas

Sobre Shika de bruces, tres cruces

(EPISODIO FINAL)

Sus planes de quitar a Shikamaru del camino habían evolucionado a una trama maestra que involucraba a "El 33". El deseo de tener a Sakura completamente para él lo había convertido en un hombre desesperado (y patético aunque todavía encantador).

Una noche, Kakashi tomó una decisión drástica. Hizo una denuncia anónima a las autoridades, acusando al "El 33" de actividades ilegales. La denuncia no especificaba detalles, pero mencionar la palabra "tráfico" era lo suficientemente intrigante como para que las autoridades tomaran medidas.

La madrugada siguiente, una redada policial cayó sobre "El 33". Los clientes y empleados fueron sorprendidos por la repentina aparición de la policía. El lugar fue cerrado dos horas antes de lo habitual una vez que realizaron inspecciones exhaustivas y decidieron que los empleados estaban limpios. La redada había afectado el trabajo y en consecuencia los ingresos de Shikamaru. Luego de la redada, fue liberado, pero el bar seguía bajo investigación.

En un giro inesperado de los acontecimientos, Shikamaru decidió regresar a casa temprano esa noche. La preocupación por el futuro de su trabajo y la fragilidad de relación con Sakura lo abrumaban, y necesitaba tiempo para procesar todo lo que estaba ocurriendo.

Mientras se acercaba al complejo departamental, una vista lo dejó paralizado. Por su calle vacía, a lo lejos solo se ve a unos novios comiéndose a besos y el pobre Shika se quiere morir. En la entrada del edificio, vió a Sakura y Kakashi, besándose apasionadamente. El dolor se apoderó de su pecho, como una puñalada directa en su corazón. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y su mundo se desmoronó ante él.

Shikamaru se escondió entre las sombras, observando la escena que le rompía el alma. No podía entender cómo la mujer a la que amaba profundamente podía estar besando a otro hombre. La traición que sentía era abrumadora, y su mente se nubló por el dolor. 

"No lo esta besando, se lo esta comiendo" pensó para si mismo, odiándose por pensar que su amada era una ramera.

El destino había jugado sus cartas, y ahora los tres estaban atrapados en un torbellino de emociones intensas. Las decisiones impulsivas y los deseos incontrolables habían llevado a esta situación, y ninguno de ellos podía prever las consecuencias devastadoras que se avecinaban en el horizonte.

El tenso silencio llenó el aire mientras los amantes se separaron abruptamente al percatarse de la mirada de Shikamaru. Los tres se encontraron en un triángulo de emociones que amenazaba con explotar en cualquier momento.

Shikamaru avanzó hacia ellos, sus pasos resonando en el suelo. La expresión en su rostro era un torbellino de confusión, ira y dolor. Sakura intentó hablar, pero las palabras se atascaron en su garganta, dejándola sin capacidad para explicar lo que había sucedido.

Finalmente, Kakashi rompió el silencio con una risa fría que hizo que los nervios de Shikamaru se tensaran aún más. "Vaya, vaya, Shikamaru, parece que has descubierto nuestro pequeño secreto", dijo con sarcasmo. "¿Qué harás al respecto?"

La risa burlona de Kakashi enfureció a Shikamaru aún más. No pudo contener su ira y, en un arrebato de furia, lanzó un puñetazo directo hacia Kakashi. El golpe conectó con la mandíbula de Kakashi, enviándolo tambaleándose hacia atrás.

La pelea se desató con violencia mientras Shikamaru y Kakashi intercambiaban golpes furiosos. Sakura gritó, tratando de detener la pelea, pero su voz se perdió en el caos. Los dos hombres estaban cegados por la ira y no había vuelta atrás.

En un momento de desesperación, Kakashi sacó una navaja de su saco, aumentando aún más la tensión en la escena. El brillo frío del metal reflejaba la locura en sus ojos mientras avanzaba hacia Shikamaru con la navaja en la mano.

Sakura, aterrorizada y con lágrimas en los ojos, gritó con todas sus fuerzas, "¡No!" Pero su grito fue ahogado por el sonido del conflicto que se desarrollaba ante sus ojos.

Sobre Shika de bruces, tres cruces
Una en la frente, la que más dolió
Otra en el pecho, la que le mató

Cruz de navajas por una mujer, brillos mortales despuntan al alba

El complejo apartamento estaba sumido en un silencio pesado después del enfrentamiento. Shikamaru yacía inerte en el suelo, las huellas de la pelea claramente visibles en su rostro y en su pecho. Sakura estaba arrodillada junto a él, abrazándolo con fuerza mientras las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas.

La preocupación y el remordimiento llenaban su corazón. Sabía que su amor por Shikamaru seguía siendo profundo, a pesar de las acciones impulsivas que habían llevado a esta situación. Se culpaba a sí misma por la traición que  había presenciado, y solo quería que él despertara. Pero ya no iba a despertar, nunca mas. 

 "Shikamaru, lo siento tanto. Fue un error, una locura. Yo..."

La luz del amanecer y de las sirenas policiales iluminaban la entrada a su infierno personal.

Tras horas de intentar conseguir el testimonio de Sakura, lo único que consiguieron fue una mentira: "Fueron dos drogadictos en plena ansiedad, lo robaron y lo mataron". Nadie con corazón hubiera juzgado su versión.

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Mientras tanto, Kakashi había desaparecido en la oscuridad de la madrugada, consciente de que su presencia solo había causado más dolor, confusión y desgracia. A pesar de sus acciones impulsivas y egoístas, también había sido herido en el proceso.

 El futuro era incierto y ninguno de ellos podía predecir cómo se desarrollarían sus vidas. 

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Advertí que sería una historia corta, espero fuera de su agrado.