viaje p. de un asesino

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Dedique años a una sofia, tiempo sin razón, solo la fe, la maldita fe, la asquerosa esperanza de que apareciera de entre el olvido, pero al final, volvió, solo por dos días, y luego desapareció otra ves, preocupado la busque, y al final, todo fue un condenado desperdicio, el último capítulo lo escribi antes de la primera desaparición, y esto a escasos meses de su inútil regreso, la busqué por todos los medios posibles, ni quería que desapareciera otra ves, hasta me culpe, pero no, al final no le importo nada, perdí mucho  de mi vida por culpa de esa mujer, ni me arrepiento de conocerla, pero me carcome la conciencia haber dedicado tanto, perder tanto más de lo entregado

Escribí, el último capítulo hace casi cinco años, y entonses predije perfectamente el destino que me esperaba, -te prohíbo morir- una promesa que nos hicimos, cuando aún estudiaba, una burla a los malos momentos que pasamos en los años escolares, y ahora una maldición, invalida, anulada por capricho de ella, leo la ternura con la que lo escribí, y me invade la rabia, de que tan bellas palabras, tres palabras sean ahora las más amargas

El pasado ya pasó, la cicatriz existirá tallada en la fría superficie blindada de mi alma, una armadura que no debí bajar, -sólo basto un error-

Añoro hoy a quien cuidar, como cuide antes, pues a quien protejo y quiero ya no me necesita,  ha crecido y es ahora a quien admiro; a sofia la cuide también, pero su nivel de capricho, la condenan a mi repudio e indiferencia, que le pase lo que le pase, jamás volveré a levantar un dedo por ella, este es mi último descargo contra ella

Que sus caprichos caigan por su propio peso, y que las consecuencias derrumben su castillo de papel y espejos, no para que se arrastre, ni para que sufra, solo que se le reviente la burbuja y responda por lo que ha hecho