Golpe de Suerte (Tn, Tartaglia y Xiao)

Capítulo 3

Cuando abrí la puerta solo veo a Hu Tao cocinando, entré y caminé hasta ella dejando lo que quedó de mi desayuno con Xiao. Me siento sobre la mesa del comedor y la veo en silencio.

¡Apareciste! Ya te hacía en Inazuma — bromeó al verme con una sonrisa — ¿Qué tal tu cita?

Mal y bien — dije ante la duda en su rostro — Mal porque el chico con el que tenía la cita no llegó pero bien porque terminé en otra cita

Increíble, yo vivo aquí desde siempre y jamás me han invitado a salir pero tu llegar y ¡Pam! Tienes a dos chicos tras de ti — dijo moviendo la cuchara de la salsa que preparaba

Ambas reímos y terminamos de cocinar el almuerzo, la pelinegra me dice que sus padres fueron a visitar a papá para asegurarse de que está todo bien con él así que estaremos solas por una semana. Comenzamos a comer y conversar, ella quiere saber con quién iba a salir pero antes de poder darle detalles sonó el timbre, Hu Tao se levantó a abrir pero grita mi nombre emocionada

¿Qué quieres? — dije al ver que el pelirrojo está con un enorme ramo de flores

Pedirte una enorme disculpa, me atrase en una reunión de trabajo que creí terminaría antes de las 12 — responde apenado, cruzo los brazos y mi prima sonríe emocionada

¿Quieres comer? — suelta la pelinegra ante mi sorpresa

Si no hay problemas — responde Tartaglia mirándome con dulzura

¡Está bien! — dije levantando las manos y recibiendo el enorme ramo — Pero si me vuelves a plantar te olvidas que existo

Asiente y me abraza por los hombros, entramos y seguimos comiendo ahora en compañía del invitado. Hu Tao lo interroga como una buena amiga haría y yo solo lo miro curiosa; sus ojos azules tan profundos, su cabello naranja como las flores del campo, su piel blanca y brillante como la espuma del mar... Todo en él me parecía interesante y atrapante, en eso él me atrapó mirándolo y solo me guiñó el ojo.

Cuando terminamos a la pelinegra se le ocurrió que podíamos usar la azotea para tener la cita que no tuvimos ya que ella debía irse a hacer sus rondas por la funeraria. Él se ofrece a lavar los platos sucios y yo subo para organizar un poco las cosas. Al llegar arriba puse una pequeña mesa, unos puffs y velas, trate de crear un ambiente

¿Tienes una cita? — su voz me hizo voltear

No es una cita, sino una reunión — respondí dándole una sonrisa — ¿Viniste a visitarme?

No a visitarte, solo a traerte esto — alzó su mano y me entregó un ramo de dientes de león

¿Quién es tu amigo? — dijo Tartaglia acercándose, mientras el peliazul baja el ramo

Su nombre es Xiao, es quien me acompañó...

Dije sonriéndole a Tartaglia pero al volver a voltear para presentarlos Xiao ya no estaba, el ramo estaba destartalado en el suelo. Levante el pequeño paquete y trate de buscarlo en el cielo pero fue en vano, le dije al pelirrojo se quedé allí para poner en agua los tallos, aunque sabía que no sería necesario.

Llegue a la cocina y tome un jarro para ponerlas allí, cuando alce la mirada para ver por la ventana me encontré con el peliazul parado con los brazos cruzados, le sonreí pero su rostro estaba muy serio e inexpresivo, abrí la ventana sintiendo que el pecho me va a explotar

¿Por qué te fuiste? — le pregunté apenada

Tienes una cita y por el ramo enorme que veo allí no eran necesarios mis dientes de león — dijo un poco... ¿Iracundo?

¿Estás molesto? — pregunté pero no dijo nada — Oye, tengo que subir porque sino bajará, ¿Podemos arreglar esto mañana? A las 4 de la tarde en la Cima Chingyun

Me incliné y besé su mejilla para subir corriendo las escaleras, al llegar arriba vi que el pelirrojo estaba jugando con su visión, me acerque en silencio y me percate que era hydro. Me senté tras de él para verlo con atención

Volviste — dijo al notar mi presencia — ¿Todo bien?

Sí, solo puse en agua los tallos — respondí sacando mi cámara para hacer fotos

¿Si sabes que no florecerán de nuevo por ponerlos en agua, verdad? — dijo riendo

¿Te pregunté? — le respondí seria cuando se borró su sonrisa — Fue un regalo que salió mal pero no por eso no lo apreciaré, como sea ¿Por qué me invitaste a salir?

Tu cara cuando me viste me hizo notar que quizá estabas interesada — respondió sentándose junto a mi — Y obviamente te me haces muy guapa

Gracias — dije visiblemente avergonzada — La verdad no estoy buscando una relación pero quiero hacer amigos

Me conformaré con eso por ahora, ¿Qué edad tienes? — dijo mirándome hacer fotos

18 ¿Y tú? — respondí devolviéndole la mirada

17 pero en 10 días cumplo 18 — respondió y yo reí — ¿Por qué te ríes?

Se me hace tierno que tengas la cuenta de los días que faltan — le dije feliz

Haré una fiesta, estás totalmente invitada y puedes traer a quien quieras — concluyó sonriendo

La tarde siguió sin inconvenientes; conversaciones triviales, panoramas y salidas por concretar, pasatiempos parecidos o compatibles y una calidez en su persona que desbordaba un magnetismo inevitable que me atraía hasta él.

Cuando el reloj marcó las 11 de la noche el alto pelirrojo decidió irse, alegando que tenía pendientes que hacer, lo acompañé hasta la puerta. Al despedirnos le di un abrazo donde pude sentir su respiración nerviosa y al separarme me besó, un pico, algo corto pero que hizo que mi corazón latiera con mucha fuerza, nos separamos y él se marchó.

¡Hola! — la voz de Hu Tao me sacó de mi estado de parálisis — ¿Qué tal tu cita?

Increíble... Me besó — dije sonriendo

¡No juegues! — dijo dando saltos acercándose a mi — ¡Cuéntamelo todo!