𝟶𝟶𝟼

1.5K 171 7
                                    

Ojeras.

Por sus entrenamientos, sus vigilancias nocturnas y muchas cosas que terminan pasando en el día, Zoro tenía grandes ojeras que acompañaban sus ojos, sorprendente que aun con pocas horas de sueño y con leves siestas en el día, no se sentía cansado en nada. Aunque dolores de cabeza llegaban en momentos menos esperados y ni hablar del mal humor que a veces tenía. 

El resto de la tripulación intentaban que el chico durmiera al menos dos horas mas de su horario de sueño pero era imposible, o el espadachín se negaba o de por si no podía dormir.

—Esto es preocupante, si Zoro sigue de esa forma se puede terminar enfermando del corazón y esos dolores de cabeza serán tan fuertes que harán que no se pueda mover.—Decía Chopper, Luffy no decía nada pero prestaba mucha atención.

—El doctor tiene razón, necesitamos intentar que Zoro pueda dormir.—Dijo Robin.

—Desde que me uní, él duerme poco pero siempre recupera sus horas de sueño en el día pero esto es algo que nunca he visto; es como si algo le preocupara.—Dijo Nami muy angustiada, la verdad le desagradaba mucho esas ojeras que tenía Zoro.

—Pero, como podemos hacer que se duerma?—Pregunto Usopp.

Pasando Sanji con café y jugos a la mesa, aunque tuvieran una rivalidad, eso no quería decir que no le preocupara el peliverde.

—Tiene que haber alguna forma de ayudarlo, estoy cansado de escuchar gritos y sobre todo a mi hermosa Nami y Robin, por dios si su mal sueño fuera motivo por el cual gritarle a una mujer. Un poco hombre ese tonto.

El resto de la tripulación se quedo discutiendo sobre el tema de Zoro, por eso no vieron cuando el capitán abandono la conversación. 

[...]

Ahí estaba, entrenando como siempre, Luffy entro al lugar sorprendiendo a Zoro.

—Oe Zoro.

—Hola Luffy, ¿paso algo?—Pregunto mientras seguía entrenando.

Luffy no dijo nada, solamente se quedo mirando el como su primer nakama entrenaba, veía muy bien su rostro aunque este presentaba cansancio su cuerpo no representaba lo mismo, se veía que tenía energía y con mucha fuerza, pero ver su rostro era diferente, Nami tenía razón, esas ojeras no le quedaban nada bien a Zoro, no se veía como siempre, ya no quería esta versión de su vice capitán.

—¿Luffy?—Pregunto al sentir la mano del azabache sobre la suya, deteniendo el entrenamiento.

—Nos vamos a dormir Zoro, en este momento.

—¡¿EH?!

Aunque el peliverde le decía y le pedía que lo soltara de una buena vez, eso no paso, estaban en el cuarto de los chicos, Luffy acostó Zoro en su hamaca pero este mismo se acostó sobre Zoro, provocando un quejido por parte de Zoro y a la vez curiosidad.

—Luffy ¿se puede saber que te esta pasando?

—Todos estamos preocupados por ti, ya no quieres dormir, y en vez de eso te la pasas entrenando y cuidando el Sunny por toda la noche, necesitas dormir.—Dijo con leve noto de enojo, el peliverde solo desviaba la mirada de su capitán, de por si estaba muy cerca de Luffy.

—Solo necesito ser mas fuerte, soy débil, así que déjame es paz. 

—¿Quién te dijo eso Zoro?—Pregunto Luffy aún mirando los ojos de Zoro, al estar sobre él tenía una mejor visión de todo su rostro, poco a poco su mano se fue acercando a los cabellos verdes del espadachín.—¿Quién fue el idiota que te despreció?

—Nadie, yo, solo.—Podia sentir como Luffy movía sus cabellos lo cual le tranquilizaba mucho.—Tu mismo dijiste que ese cocinero vale por mil hombres para ti, yo pensé que decías que era débil. Un rey no tiene que tener nakamas débiles...

Su voz se iba apagando a pedida que Luffy más acariciaba su cabello, era raro para Zoro, era como si de repente todas sus energías se fueran de su cuerpo. Luffy prestó atención a todo lo dicho por su vice capitán.

—Tu vales por cinco mil nombres. Me gusta el Zoro fuerte pero no me gusta verte así, no me gustas de esta forma. Solamente entrena lo necesario pero no así. Te lo ordenó.

—Lo que... Lo que usted diga... Capi... Capitán...

Finalmente se durmió, Luffy dejo de acariciar el cabello de Zoro pero se quedó ahí, quería estar seguro que este durmiera bien. Ya deseaba quitar esas ojeras de sus ojos de una buena vez.

[...]

—¿De verdad lograste que Zoro durmiera más Luffy?—Pregunto Nami, estaban mirando el mar los dos solos. El azabache le sonrió.

—Asi es, solo tengo que dormir con él para que no regrese eso que dijo Choppee, iloqui, insoniquio. Eso que dijo.

La pelinaranja solo le sonrió a su capitán fuera como fuera, Zoro estaba volviendo a dormir y eso era lo más importante.

𝙕𝙤𝙡𝙪 ¡! 𝙨𝙝𝙤𝙧𝙩𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora