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El amor es cruel, injusto y hermoso.

[basado en el corto de la mafia del anime]

La familia Monkey estaba toda reunida, Dragon estaba sosteniendo la copa de vino en sus manos, mirando a todos serios, Garp tenía igualmente la copa en sus manos, la familia principal estaba muy presente, quitándose su sombrero de paja, dejando ver su rostro serio con ese peinado hacia atrás. Luffy miro a toda su familia con la misma seriedad. 

 —En este momento. Mi hijo, Monkey D. Luffy, pasa a ser el lider de la familia.—levantó aún más su copa, miro a su hijo, quien le miro de regreso.—Guía a esta familia por el mejor camino para derocar a las demás familia. Luffione. 

 Desde ese momento, Luffy paso a llamarse Luffione, comenzó a ser respetado por toda su familia, todo negocio que hacía Luffy terminaba siendo un gran exito, asi sus metodos no fueran los mejores vaya que les encantaban los resultados. Cada vez Luffy fue llamando la atención de más familias poderosas. Sus enemigos. 

Una noche ayudo a una peli naranja en la lluvia, tenía una herida de puñalada en su pierna y sangraba mucho, el azabache sin dudarlo le ayudo, ahora siendo alguien protegida por la familia Monkey; estaba tan contenta de darle información a su propia familia sobre los Monkey.

Le dio al actual líder de la familia Roronoa la ubicación de Luffy.

Luffy junto con Nami estaban regresando de un negocio que Luffy rechazo.

—Disculpe Don Luffione, ¿por qué rechazo todo eso? Era una gran oportunidad de ganar dinero, tener poder.—dijo Nami.

—Namimore, si aceptaba eso, así mis manos no dispararan, estarían llenas de sangre. Eso es algo que le prometí a Ace, no seguir con el camino de sangre que ha dejado esta familia.

Esas palabras la conmovieron mucho, ahora se sentía mal por estarlo traicionando, pero un disparo fue dado, Luffy la proteguió, ahí estaba Zoro. Zorocia para los no cercanos al chico.

—Gracias Namimore, ahora puedes regresar con tu familia.—dijo apuntando a ambos, Nami agacho la cabeza, no se atrevía ver a Luffy pero este solamente dio una risa.

La miro, no se veía enojado y mucho menos con ganas de matarla, con cuidado le ayudo a levantarse.

—Pero,, Luffy...

—Te lo dije Nami, no tengo planeado seguir con la sangre de mi familia. Ve para que Zorocia no te haga daño.

La peli naranja vio como Zoro daba otro disparo hacaa Luffy. Pero el azabache logro evitarlo otra vez, sacando su propia arma y comenzando a disparar igual, ella se escondió, los disparos asustaron mucho a las personas, al rededor, Nami temblaba, no sabía a quién defender, si a su familia o al chico que la ha estado cuidando. De repente, más voces, vio como Luffy se iba corriendo pero sugetando su brazo. Zoro le dio un disparo.

—¡Robin ayuda a Nami si salió herida!—grito, comenzando a perseguir a Luffy. 

Nami en brazos de Robin veía como Zoro seguía disparando a dirección de Luffy.

El azabache seguía sangrando, tratando que no saliera más sangre, escucho una pistola siendo cargada y cuando vio frente suyo estaba Zoro apuntando directo a su cabeza.

—Zoro... ¿Así que en serio me vas a matar?—pregunto un poco triste.

Pero el peli verde bajo el arma y la guardo.

—No, aún no, a penas estás comenzando ser el líder, pero créeme, yo seré el único que pueda matarte, Luffy. 

Luffy sonrió.

—Así como fui el único en tomar tu corazón, ¿no Zoro?

Zoro se acercó, tomo por el cuello de la camisa a Luffy, se veía enojado, enojado con él mismo, con su familia y con su propio corazón. La lluvia comenzó a caer, ambos comenzaron a ser mojados por la lluvia, era como si en ese momento fueran solo dos, aun con la sangre de Luffy mezclandose con el agua, su cabello arreglado ahora estaba desordenado y cayendo sobre su frente, aun con esa cicatriz en su ojo. Poco a poco el agarre se fue suavizando. Los ojos de Zoro igualmente se fueron suavizando, en ellos ya no había enfado, había amor. Un amor que por nacer en familias distintas no puede florecer en la luz, solo en la oscuridad.

—Zoro, tengo que irme... estoy sangrando mucho.

—... Perdón... fueron órdenes de mi padre.

—Lo sé.

—¿Sabías que Nami era una espía no?

—Si.

Zoro con cuidado lo abrazo, necesitaba abrazarlo. Extrañaba tanto sentir el cuerpo de Luffy sobre el suyo, desnudos o con ropa, escondidos en los bosques, en bares, en donde fuera. Extrañaba tanto los tiempos de antes que fueran líderes de sus familias.

Zoro ayudo a Luffy hasta cierta distancia de su familia, creando un teatro, dejando a Luffy en el suelo con cuidado, riendose de la familia Monkey para luego irse, vio de reojo como todos ayudaban a Luffy con su herida. Se encontró con Robin y Nami.

—¿Lo mataste Zorocia?—pregunto molesta Nami.

—No, aun no lo mataré, así que tranquila. 

En camino a su casa. Se puso a recordar el pasado.

Así sus familias se odiarán, ellos se llevaron superbién cuando eran niños, pero al cumplir sus catorce años, no podían evitar sentir amor por el otro, Luffy le robo su primer beso y con eso su corazón, aunque intento tener interés en alguien más. Simplemente, no podía; así estuviera con la mujer más hermosa de toda la ciudad, solo podía pensar en esos hermosos ojos azabaches que alegraban sus noches cuando se reencontraban, tantas cosas que la luna podría decir de ellos. Hasta que paso un incidente. Juntos estaban cuando alguien de otra familia quiso atacarlos.

Se defendieron bien, pero alguien lastimo a Luffy bajo su ojo, su objetivo era dejar ciego al chico, por suerte eso no paso, Zoro defendió a su amado y tratando de tener la sangre, pero preciso apareció el padre de Luffy y su padre, ambos vieron a los chicos heridos, pero vieron a Zoro con las manos manchadas de sangre, la sangre de Luffy. 

Aunque el azabache invento un secuestro y por ello estaba con Zoro, pero su padre prefiero creer que fue Zoro quien lo lastimo, así Luffy decía y decía que no fue así, nadie les creyó. Prefieren creer en lo que vieron.

La última noche que pasaron juntos, hicieron un juramento. Por su amor.

En este nuevo mundo en el que estarían, tendrían muchos enemigos, tendrían que fingir que se odiaban cuando deseaban estar juntos, y por último, solo Zoro tenía el derecho de matar a Luffy y Luffy tenía el derecho de matar a Zoro.

Y así cumplieron esa promesa por años, aunque se gritaban odio, en lo más profundo de sus corazones había amor. Zoro protegía a Luffy y Luffy protegía a Zoro. Solamente los más cercanos a ambos sabían sobre su relación en el pasado. Como Usopp con Luffy, Nami y Robin con Zoro. Hasta que llego una discusión que termino en tragedia.

La familia Vinsmoke abrió fuego en contra de todos, muchos hombres caían muertos, el suelo se comenzó a llenar de sangre, Zoro vio como alguien se estaba acercando a Luffy por detrás, pero su grito solo hizo que un disparo llegara a su garganta, Luffy vio como le disparaban a su amor eterno.

Con desesperación con sus manos cubría su garganta que no hacía más que sangrar. Sentía que se desmayaba, lo último que vio fue a Luffy tratando de detener él sangrando, lo escucho gritar desesperado que dejaran el fuego, sintió sus lágrimas sobre su cara. 

Te amo Zoro...

Escucho de lejos.

Ahí estaba Luffy, solo, en ese cementerio con flores en sus manos, mirando la tumba de Zoro. Después de esa matanza muchas cosas cambiaron, lloraba tiernas lágrimas por Zoro, dejando las flores sobre la hermosa tumba y comenzando a llorar desesperado. Si tan solo ambos hubieran sido más valientes, tal vez, el plan de su hermano de escapar no estaría mal. Así, estaría junto a Zoro y no estar visitando una tumba. 

 Un amor que la mafia mató.

𝙕𝙤𝙡𝙪 ¡! 𝙨𝙝𝙤𝙧𝙩𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora