Katsuki Bakugou es un idol bastante famoso, en tan solo unos meses irá de gira por todo el mundo para así poder cumplir su sueño y no ser solo un cantante famoso más, él quiere ser una leyenda.
Aparte de ser reconocido en todo Japón, es un chico muy...
Durante las siguientes dos semanas Izuku se comportó como todo un zombie. Todo se volvió monótono en su vida. La ausencia de Katsuki le era muy notable y si era sincero, le afectaba muchísimo.
Tanto Uraraka como Denki habían notado su comportamiento, las enormes ojeras bajo sus ojos y su piel pálida eran una clara evidencia de que no se encontraba en el mejor estado. Por eso, tras un fuerte interrogatorio Izuku acabó por contarles todo, echo un mar de lágrimas le relató a sus amigos el motivo de su mal y ellos le apoyaron con todo, como los tan geniales amigos que eran.
La mente del peliverde daba vueltas una y otra vez al asunto de Katsuki. No se habían contactado en lo más mínimo durante ese tiempo y para Izuku era dolorosamente sofocante no poder besar ni ver a la persona que ama.
Entendía muy bien el actuar de su novio, sabía que él también estaba desesperado por encontrar la forma en que pudiesen permanecer juntos. Por eso había dicho esas tan feas palabras, pero aún así, cada vez que la imagen de este despreciando toda su vida volvía a su mente, no podía evitar que sus ojos se llenaran de cristalinas lágrimas y el dolor se incrustara en su pecho.
Era tan complicado...
En realidad deseaba con todo su corazón ir con Katsuki y explorar el mundo, tener una cita en cada país, declarase su amor frente a las 7 maravillas del mundo, entregarse plenamente a quien ama y dedicar su vida por y para él.
Pero... no era tan fácil...
Tenía una vida ahí, una familia que no podía abandonar así como si nada, tenía amigos a los que apreciaba como hermanos, estaba cumpliendo su sueño de estudiar y ser profesor.
No podía... Simplemente no podía abandonarlo todo...
Y sabía que Katsuki tampoco podía hacerlo. Sabía que el rubio también tenía una vida, mucho más importante que la propia, que tenía un futuro tan grande por delante que la sola idea de arruinarlo le era imposible.
No sabía que hacer...
El tiempo se acababa, pero no podía elegir entre él o el amor de su vida.
Todo era tan difícil que solo querían detener el tiempo y analizar, tratar de buscar la mejor solución a todo el asunto, donde ambos estuvieran juntos y felices.
Pero no podía hacerlo, así que debía tomar una decisión.
Una muy difícil decisión.
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El tiempo había pasado muy rápido.
El cerebro de Izuku no podía procesar que ese mismo día en la noche Katsuki partiría a Corea, donde comenzaría su gira mundial.
Durante toda la mañana no puso ni una pizca de atención a sus clases, se mantuvo mirando por la ventana, tratando de encontrar las respuestas en cualquier lugar.
Porque aunque en todo ese mes había estado pensando una y otra vez en su relación con el rubio. Aún no tenía la menor idea de que hacer, no sabía si lo mejor era irse junto a quien ama o quedase junto a personas que también ama.
