Capítulo 3. Búsqueda

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Ese maldito lunático no lo había contactado después, ni siquiera sabía si había visto su mensaje o no. La alarma sonó, pero él ya estaba despierto desde hace tiempo. Tuvo que volver a recurrir a Waran la noche anterior, después de haber caminado por un largo tiempo sin rumbo y lejos de aquel hotel lujoso. Ella estaba preocupada, no la culpaba. Últimamente su vida parecía ir de picada hacia un lugar sin fondo.

Miró su celular y no tenía ningún mensaje en él, ninguna llamada pérdida. "Nos vemos mañana" era lo único que mantenía su esperanza de conseguir el dinero y salvar su miserable vida. Todos merecían vivir por más desdichados que fueran después de todo.

Se levantó sintiendo una pesadez en todo su cuerpo, no tenía ganas realmente de ir a trabajar, aun así, tenía que seguir asistiendo. Se desnudó completamente y se metió bajo el agua de aquella regadera que sólo proporcionaba agua fría, la que necesitaba en ese momento, pues quería relajarse un poco.

Su sentido común decía que no debía confiarse de un mocoso rico... nadie pagaría tan caro por alguien como él. No es que fuera feo, pero esa cantidad... era realmente de dudarse. ¿Y si pretendía comprarlo? ¿Pagar la totalidad de sus órganos para después venderlos? Joder, quiso reírse y llorar al mismo tiempo de sus ideas.

Sea lo que sea que planeará, estaría atento. Su celular sonó justo cuando tenía jabón en su rostro, maldijo a la persona que lo interrumpía tan temprano. Aun así, salió para comprobar que no fuera él...

"Estoy afuera. Ábreme". El mensaje era de uno de sus compañeros, el casado infiel, le decía Thirawat. Checó la hora y se metió a terminar de bañar, envolvió una toalla en su cintura y le abrió la puerta, mirándolo sonreír.

− ¿Cómo llegaste aquí?

−En la moto. ¿Quieres que te lleve? –preguntó con una sonrisa que no era para nada buena, pero tampoco podía decir que era mala... pervertida, eso era.

−No. Puedo irme solo...

−Estaba cerca de aquí, por eso estoy aquí. Pensé que necesitarías mi ayuda−dijo sonriendo mientras quitaba la toalla que tenía Thirawat cubriéndolo y sonrió pícaramente.

−No tengo ganas.

−Eso lo puedo arreglar−dijo el hombre empujándolo en la cama y empezó a lamer su pene como si un insecto de lujuria le hubiese picado. Thirawat se dejó llevar, y tomó el cabello de él, empujando el rostro de él esperando que su miembro reaccionara. Y lo hizo.

Estaba tan duro en ese momento, sentía que eso era bueno para quitarse el estrés que tenía, pero... su celular sonó.

−Ah... ah... joder... espera...

−No contestes –jadeó el hombre separándose un poco de su miembro y volviéndolo a devorar.

−No... que esperes... joder... ¿por qué ahora? –se preguntó a sí mismo Thirawat, mientras empujaba al sujeto lejos y contestaba tratando de regular su respiración. − ¿Qué quieres?

−Espero un saludo de buenos días, jefe, de tu parte. –la risa de él lo ponía de mal humor.

−Ni lo sueñes... −Thirawat sintió el enojo invadirlo, él le molestaba. Sintió a su compañero besar suavemente atrás de su cuello.

−Vamos, corta la puta llamada... −le dijo a su oído, en un suave susurro. La mano de su compañero lo empezó a estimular, no pudo evitar jadear un poco y maldecir por eso.

−Te dije que te esperes... −amenazó Thirawat con la mirada a aquel compañero suyo.

− ¿Estás abriendo las piernas a alguien que no soy yo? Ah...

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