Señor Min YoonGi, mejor conocido como mi monstruo favorito, quisiera disculparme con usted por no encontrar sus cartas antes, y encontrarlas después de salir del albergue, al igual por llamarlo de esa manera tan fea monstruo.
Quisiera agradecerle por hacerme compañía señor Min, y por preocuparse por mi.
Sé que ahora no soy un niño al cual podría asustar, pero aquel niño le agradece que no lo hubiera hecho en tantas ocasiones y más bien se hubiera vuelto una clase de compañía, alguien a quien preguntarle si también temía de los monstruos de carne y hueso con los que convivíamos.
Respecto a mi amigo que le caía mal, quiero que sepa que usted tenía razón y terminó siendo una mala persona, con la que corté comunicación unos años después de ingresar al albergue. Ahora tengo a verdaderos amigos a mi lado, no se preocupe, querido señor Min.
Tambien quiero que sepa que no volví a encontrarme con monstruos de carne y hueso, al menos no tan malos como mi papá, mamá o mis compañeros de escuela, a los que dejé de ver una vez que me cambiaron de institución.
Le mentiría vilmente si le dijera que siempre lo tuve presente en mis pensamientos, pero le aseguro, querido señor YoonGi, que ahora que he leído cada una de sus cartas, sé que nunca estuve solo y eso se lo agradezco.
De igual manera, espero que algún día podamos volver a encontrarnos, para agradecerle lo mucho que me cuidó y protegió durante mi infancia, porque de no ser por usted y su de alguna manera compañía, estoy seguro de que hubiera tenido el mismo destino que mi madre.
Tambien yo lo aprecio mucho, querido señor Min YoonGi, mi único y favorito monstruo-no monstruo, y me gustaría verlo en persona al menos una vez en mi vida para poder agradecerle lo que hizo por mi ahora que lo sé.
—Su querido JiMin.
Fin.
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