Capitulo 3: Descubrimiento en el archivo

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Con el brillo reluciente de mi supuesto tercer ojo aun en mente sin mi propio permiso, mi sed de respuestas y el satisfacer mi curiosidad crecía cada día más, por lo que decidí investigar en un área más profunda de lo que yo leo....

En una tarde esclarecida por los rayos del sol con sus tonos naranjas y rojizos, Aurora y yo caminábamos con algo de incertidumbre por el campus de la academia, buscando de re ojo los archivos de la misma. Después de un rato de ardua búsqueda encontramos el salón de archivos cerrados con llave, Aurora siempre viene lista para todo abrió la puerta con un pequeño clip de pelo blanco y así escabullirnos dentro de la sala llena de estanterías, le pedí en voz baja que cuidara quien pasara mientras yo rebuscaba entre la larga lista de carpetas, libros y papeles que había en los estantes. Luego de buscar, encontré algunos papeles adjuntados a una carpeta azulada que llamo mi atención, con un titulo algo llamativo sobre... ¿Licantropía? Todo el mundo sabe que en la academia o de por sí en la ciudad hay licántropos y ya son aceptados desde hace mucho ¿Entonces por qué habría una carpeta secreta aquí? Con intriga abrí la carpeta de la cual sobresalían algunos papeles y con rapidez busque algo que me llenara mi saciedad de respuestas. 

Por fin, al parecer en la academia hubo una revuelta por una chica licantropa rebelde... Según el texto deduje que al parecer esto estaba en secreto debido a que la chica era una mujer imparable con poderes únicos, me pareció una estupidez al momento que lo leí ya que jamás he visto o escuchado de híbridos que lograran tanta fuerza o ¿Poderes? Puaf, parecía un montón de basura barata contada por una niña de 7 años hasta que vi las imágenes de en teoría sus victimas, me encapsule tanto en la lectura tan extraña que encontré que solté un pequeño grito al sentir a Aurora tomándome del hombro con una expresión asustada haciéndome señas de que era tiempo de irnos ya, cerré la carpeta con prisa y seguí a mi amiga por la espalda.

Ya al encontrarnos en la puerta del archivo escuchamos pasos pesados y una voz algo irritante, era el bibliotecario, un señor alto, macizo y de mediana edad que siempre veíamos en su propio mundo ahora estaba a punto de encontrarnos escondidas en un área prohibida a estudiantes o a cualquiera sin permiso, Aurora me puso detrás de ella y nos escondimos tras de algunos estantes mis pensamientos iban y venían veloces como un guepardo atrapando a su presa, ella me tapo la boca con su mano ya que de los nervios salían pequeños quejidos de mi boca inquieta. El bibliotecario entró con prisa mirando en toda la sala tan mal iluminada.

-¿Hay alguien aquí?- Exclamó tratando de mirar en aquella oscuridad tan profunda que cubría media sala. Mis nervios me consumían haciéndome temblar del miedo mientras que mi amiga me sostenía aun de la boca mire a todos lados y volví a ver la carpeta, pensé un momento y me moví rápido tomándola entre brazos, haciendo un poco de ruido alertando al bibliotecario entrando a la sala buscando entre cada pasillo , al momento de casi llegar al nuestro nos movimos al anterior pasillo evitando que nos viera y así escapando de ese lugar en una caminata rápida al igual que silenciosa.

Después de habernos alejando de allí me detuve por el cansancio de la agitación y mis piernas algo débiles, mire la carpeta entre mis brazos y note como un poco de mi sudor se le había pegado de inmediato la limpie y mi mirada se alzo hacia mi amiga que aun retomaba el aire de la carrera que tuvimos.

-Gracias Auris.- le agradecí a ella aun sentada en el piso con una notable sonrisa de satisfacción. -Ahora deberás contarme que descubriste, eh- respondió riendo levemente ofreciéndome su mano para ayudarme a levantarme del piso, con gentileza me levante y suspire volviendo a caminar juntas hasta el dormitorio. 

Ya en el dormitorio ambas nos sentamos en el piso cubierto de alfombra y empecé a contarle todo lo que leí y también lo que me intrigaba, al final de cuentas seguía sin creerme mucho lo de esa chica licantropa con poderes únicos, aun así sentía una familiaridad o algún tipo de conexión con ella que me hacia sentir extraña, Aurora comento que me parecía a ella en las fotos que había en la carpeta yo me negué algo enojada de pensar que alguien tan rebelde podría parecerse a mi, de paso ni que yo fuera adoptada ¿Verdad? Me reí internamente y seguimos hablando hasta la tarde noche que fue cuando nos dimos cuenta de la hora.

Más adelante nos cambiamos y nos pusimos la pijama para dormir, antes de esto Aurora seguía insistiendo en que le mostrara mi loba interior desde que le comente sobre mi licantropía ella se emocionaba al pensar en verme con forma de lobo, así que esta vez decidí cumplir su deseo. Tome un momento, respire y me concentre luego de unos instantes estaba en mi forma lobuna, un gran lobo gris algo más alta que Aurora, con unos brillantes ojos miel que deslumbraban luz de su interior, ella se quedo atónita viéndome pero seguidamente de analizar mi figura se lanzo a abrazarme tumbándome en la cama, empezó a acariciar mi pelaje con suavidad a lo que respondí cayendo en una relajación algo profunda, en lo que sin darme cuenta me quede dormida en tal forma.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2023 ⏰

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