Uno

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Ciel

Miraba a la gente que disfrutaba de sus tazas de café con tanto gusto, que en ocasiones sentía envidia, yo también deseaba poder tomarlo, el simple hecho del aroma me hacía aguar la boca.

Pero no podía, tenia que conformarme con te herbales, o las versiones descafeinadas, que a mi parecer no olían ni la mitad de bien que un café expreso. No podía consumir nada que contuviera cafeína, mi medicamento me lo impedía asi que era un sacrificio que debía aceptar si quería mantenerme tan bien como hasta ahora.

Bueno decir "bien" es algo ambiguo, pues no es como si mi condición tuviera cura en mi caso, debí aprender a lidiar con ello, me funcionaba mas si trabajaba por las noches y en las mañanas dormía, mi cuerpo no lo entendía del todo, por eso siempre llevaba mis bellas bolsas en los ojos, además de esos tonos oscuros bajo de ellos. Aunque mis lentes amortiguaban el impacto de mi mirada cansada, se podía notar lo mal que la pasaba al dormir.

Llegue a mi trabajo de manera puntual, tome mi tarjeta y cheque la entrada, aquí estaría hasta el día lunes, apenas tome asiento y me estire un poco deje mi taza de te de manzanilla aun lado de mi teclado.

—¿Estas bien? —un joven de cabello rubio miro mi mano y se sentó a mi lado.

—Si, al parecer tuve un episodio en la mañana y me lastime, nada fuera de lo usual.

—Deberías tomar tus descansos esta vez, te notas mas cansada que otros días.

—Necesito el tiempo extra, mis medicamentos aumentaron de precio y no lo tenia contemplado esta vez, ando corta de efectivo.

En verdad pagaban bien donde estaba, pero era cierto que los medicamentos que tomaba para calmar mis ataques eran demasiado caros, podía solventarlos bien, siempre y cuando no me variara el precio con lo que gastaba de renta.

—Debe de ser duro.

—Solo cuando caigo —sonreí para cortar el tema.

Jimin me agradaba bastante pero no me gustaba hablar mucho de mi narcolepsia, pensaba que la gente me miraba con algo de lastima, como si tuviera una especie de cáncer, y no era para tanto, solo caía dormida en horas poco adecuadas.

Aprendí que trabajar en la noche me hacia mas sencillo llevarla, ya que si dormía durante el día, los episodios era casi escasos o nulos, solo cuando me despertaba para ir al baño o me daba algo de hambre solían agarrarme cuando menos lo pensaba. Creo que lo que me molestaba aparte de caer y lastimarme, era la cataplejía, perdia fuerza en los músculos y batallaba para moverme después de un episodio. Pero como todo una se acostumbra a todo y termina buscando la manera de hacer mas simple la vida cotidiana.

En mi trabajo actual éramos capturistas de datos, el turno nocturno era mejor pagado para aquellos que teníamos un tipeo alto pues es cuando menos saturados están los sistemas por lo que se puede capturar un mayor numero de datos y la producción para la empresa avanza mas rápido. Tan solo éramos cinco personas, tampoco es que fuera sencillo estar frente a una computadora debido al desgaste mental.

Era el trabajo perfecto para mí.

—Iré a tomar un descanso, necesito recuperar algo de energías y me duele un poco la mano —Jimin asintió.

Fui por mis audífonos a mi bolso al sacarlos una tarjeta negra con dorado salió cayendo al suelo, al recogerla solo tenía un número de teléfono y una frase.

"Dinero extra, trabajo sencillo"

Podría haberla tirado y considerarlo una broma, pero detrás de la tarjeta venia con letra manuscrita "Ciel, es perfecto para ti"

Libro #5 Pink Dream (PJM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora