Capítulo 25

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Nos levantamos por el precioso sonido del despertador y bajamos a desayunar. Nos hicimos algo ligerito ya que ahora nos iríamos a bañar.

- ¿Les decimos a los gemelos y a Ángela para venir? -les digo a las chicas.

- ¡Valee sii, perfecto! -dice Emma. Les envié un wats por el grupo que teníamos diciéndoles que a las 11 en la puerta mi casa, ellos accedieron.

Subimos arriba cuando acabamos de desayunar y nos vestimos. Las cuatro íbamos con chanclas, coleta y un mono de estampado. Nos preparamos la bola en la cual llevábamos cuatro toallas, las palas con la bola pequeña, una pelota grande y la crema solar. Cogimos los móviles y las gafas de sol y bajamos las escaleras, en ese momento picaron al timbre. Abrimos y los vimos a los tres allí fuera. Ángela llevaba una moño con una camiseta blanca en la que ponía "Summer" en rosa junto a unos pantalones playeros estampados y las chanclas. Daniel y Jesús iban con una camiseta básica blanca y el bañador, el de Dani rojo y el de Jesús azul.

- ¡Holaa! -decimos las cuatro al unísono.

- ¡Holiiis! -dice Ángela dándonos dos besos a cada una.

- ¡Hola guapetonaas! -dicen los gemelos a la vez y nos dan un beso y un abrazo a cada una. Daniel, pero, me da un beso en los labios y me susurra un "¡hola princesa!" al oído. Nos encaminamos hacia el bus y cuando llegamos a la parada al cabo de cinco minutos llego este, subimos, pagamos y no nos sentamos para poder vernos y hablar mejor.

- Ya me contaras lo tuyo con Dani ee -me dice Ángela alzando las cejas y dándome codazos.

- Sisi, ya te contaré -digo yo cabeceando hacia arriba y hacia abajo. Nos sonreímos mutuamente y nos unimos a la conversación de los otros.

(...)

Llegamos a la playa y buscamos sitio.

- ¡Ahí! -dice Jesús señalando un hueco que había entre dos parejas de ancianos. Fuimos hacia allí y colocamos las toallas de la siguiente manera: Emma, Anna, Júlia, yo y Ángela en linea horizontal y luego Daniel y Jesús en frente nuestra con la toalla de lado para así veros mutuamente y a nosotras (foto multimedia).

- Nosotros nos vamos al agua, ¿venís? -dice Jesús mientras los dos se quitan la camiseta.

- Yo voy -digo quitándome el mono y deshaciendo la coleta.

- Yo también -dice Júlia haciendo lo mismo que yo y cogiendo la pelota grande. Nos vamos para el agua los cuatro y los gemelos se tiran de golpe, Júlia y yo nos quedamos en la arena.

- ¡Venga va, meteros, de golpe! -dice Dani. Yo miro a Júlia y ella asiente, nos cogemos de la mano y vamos hacia atrás. Nos miramos y yo le dije con los labios "a la de tres".

- Una..Dos..Y...¡Tres! -digo yo susurrando y cuando digo la ultima palabra echamos a correr hacia el agua y nos tiramos de cabeza.

- Venga va, hacemos un partido de voleibol, chicos contra chicas -dice Júlia.

- Vale, pero os aviso, vais a perder -dice Jesús.

- Eso se tendrá que ver -digo yo competitiva.

(...)

Al final han ganado los gemelos, pero ahora estamos jugando al A,E,I,O,U y vamos a por ellos todas cinco.

- ¡A! -dice Anna que se la pasa a Ángela.

- ¡E! -dice Ángela que la toca y va a Emma.

- ¡I! -dice Emma y le tira la pelota a Júlia.

- ¡O! -dice Júlia y me la pasa a mi.

- ¡U! -digo yo y le lanzo la pelota a Dani. Todos vamos a darle una colleja y le decimos alguna que otra cosa para picarle- Pobrete mi niño... -le digo dandole un beso en la mejilla. Él me coge como un saco de patatas y me tira al agua, yo reacciono y cuando salgo del agua me acerco a él y hago ver que le voy a dar un beso, pero cuando lo tengo lo suficientemente cerca le hago una ahogadilla.

Seguimos haciéndonos bromas entre nosotros y algunos besos caen, pero llega la hora de irnos, salimos del agua y nos secamos, nos vestimos y recogemos todo.

Vamos en busca de un bar o algo para comer y vemos un churinguito que esta casi vacío y entramos.

- Hola, ¿nos podría poner una mesa para siete por favor? -dice Anna educadamente.

- Si, siganme -dice uno de los camareros. Nos guió hacia una mesa redonda y nos invitó a sentarnos. Nos sentamos y nos entregó la carta, pedimos y esperamos a que viniera la comida.

- Ahora cuando acabemos de comer tenemos que coger un bus para ir al parque acuático -digo yo.

- Vale, cuando acabemos vamos -dice Júlia y todos asentimos. Nos traen la comida y empezamos a comer.

Cuando no te lo esperas (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora