Requiem

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Dichosos los ojos,

cuya memoria ha olvidado ver.

Dichoso El Ser, el sentir, el poder ser.


El mundo,

tan efímero,

se desvanece bajo el tiempo,

para reaparecer,

transformado,

en una criatura carente.

Sí, carente,

pues para que necesitar cuando vives existiendo?


Las sombras,

oh, si,

ellas,

las portadoras de LA voz,

controlan un tiempo cansado,

frágil,

ante... la muerte?


Pero que papel posees en este juego,

en el cual viviendo vives, pero no vives viviendo?


La ruleta gira y gira,

y siempre cae en su campo de juego.

Tu,

cayendo al vacío,

ella,

subiendo sus apuestas,

subiendo...

siempre subiendo.


Y aquí yazgo pues,

en la cama de la muerte,

de la mano de mi amante,

jactándome de mi jugada,

de mi huida,

sin darme cuenta de

que hace tan solo unos minutos,

recorría el cielo,

un cielo negro, estrellado,

preguntándome el sentido de la vida,

Pues,

si nace vida,

vida,

será igual a muerte?




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