Rin Itoshi Week

Día 5: Admirador secreto (NagiRin)

Título: Sentimientos de un desconocido
Pareja: Seishiro Nagi x Rin Itoshi
Resumen: Rin recibe cada día cartas de uno de sus compañeros de Blue Lock.

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Después de un duro entrenamiento, caminó directo a los casilleros a buscar su toalla y poder ir a darse un merecido baño. Al abrir el locker no le sorprendió lo que encontró, ya llevaba un mes de ese modo y aún no se imaginaba quién podría ser el que le estaba dejando cartas anónimas todos los días en su casillero, en el momento que iba a entrenar.

"Hoy tienes un porte elegante igual que siempre, no importa cuántas veces te mire, no dejas de enloquecerme con tu existencia. Siempre es una dicha poder compartir espacio contigo".

Rin suspiró, no le molestaba recibir ese tipo de cartas, ya que jamás le decían nada morboso ni indebido; solo eran palabras de admiración y amor, las cuales ya se había acostumbrado a leer. A pesar de que en un inicio creyó que se trataba de una broma, ahora esperaba día a día una carta, aunque su paciencia comenzaba a agotarse, ya no soportaba la incertidumbre de no saber quién era el remitente. No se atrevía a pedirle a Ego que investigara ni que lo dejara ver las cámaras de seguridad, el solo imaginarse el hablar de eso con otra persona le daba vergüenza.

Quería descubrir por sí mismo quién era su admirador secreto, pero era difícil cuando no era alguien con amigos, exactamente por esa razón al principio había creído que se estaban burlando de él, pero con el paso del tiempo y la constancia de las cartas, entendió que se trataba de sentimientos sinceros.

Uno de sus compañeros de Blue Lock estaba enamorado de él, lo admiraba demasiado pero no se atrevía a decírselo. La verdad era que a Rin no le molestaba que fuera un hombre, solo quería saber quién era; tal vez los sentimientos de esa persona podrían llegar a ser correspondidos.

Un nuevo día llegó, Rin tuvo un pequeño accidente en el entrenamiento, todos sus compañeros saltaron preocupados hacia él, era extraño que el número uno de Blue Lock tuviera ese tipo de problemas. La verdad era que a pesar de la personalidad complicada de Rin, sus compañeros de todos modos le tenían cariño, incluso, entre ellos había uno que tenía tan puesta su atención en él que le escribía día a día su añoranza por él.

Esa tarde Rin no pudo buscar su nueva carta, así que al día siguiente se encontró con dos de ellas. La primera eran de nuevo palabras que le confesaban amor, la segunda se sintió más especial al demostrar preocupación.

"Ayer me asusté mucho cuando te vi caer, me alegra que no haya sido nada grave. Eres parte importante del equipo, sin ti no podríamos llegar alto, eres uno de los mejores jugadores; aunque prometo que te derrotaré. Debo admitir que aunque te superara o tú me superaras a mí, estos sentimientos por ti jamás desaparecerán, y me gusta que así sea".

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Rin, la cual borró de golpe en cuanto fue consciente; a pesar de eso, no pudo contra el sonrojo que se apoderó de su rostro. Aquel desconocido estaba sabiendo llegar hasta su corazón, lo cual le asustaba.

Al día siguiente, después del entrenamiento, volvió a recibir una carta, la cual lo hizo sentir un poco nervioso.

"He estado pensando que nunca te he visto sonreír, debes verte precioso, aunque ya lo eres de por sí; de todos modos, me encantaría poder ver una sonrisa en tu cara".

Aquel mensaje persiguió a Rin toda una semana, no estaba interesado en cumplirle su deseo, pero a la vez pensaba que no era tan mala idea sonreír para una persona que provocaba tantas emociones confusas en él. Las cartas que recibía día a día lo estaban haciendo enamorarse de un completo desconocido.

"El gol que diste hoy fue increíble. Cuando te veo me cuesta creer que seas real, no entiendo cómo alguien puede ser tan hermoso hasta corriendo y sudando, pero tú logras todo eso. Perdón si te incomoda que lo diga, si supieras quién es el que se queda como idiota mirándote de seguro me golpearías".

Rin suspiró como siempre lo hacía después de leer una carta.

—No lo haría, idiota —susurró.

No le molestaba ser mirado así, Rin solo quería saber quién era y poder mirarlo también. Fue por eso que harto de la incertidumbre, dejó una carta en su propio casillero para su admirador secreto.

"Si quieres verme sonreír, ven a enfrentarme a un 1 vs 1 después del entrenamiento, te estaré esperando".

Al día siguiente, Rin se quedó solo en la cancha, esperando a su admirador secreto. Más le valía aparecer o lo odiaría por cobarde.

—Rin... —Una voz tímida se acercó a él.

El nombrado lo miró con sorpresa, al fin podía saber la identidad de quien estaba detrás de esas cartas que le hacían tan feliz.

Seishiro Nagi miró a Rin con su seriedad habitual, pero dentro de él los nervios lo estaban matando.

—Qué descaro que me pidas sonreír cuando tú tampoco lo haces —comentó Rin, mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

Nagi abrió sus ojos con sorpresa, a la vez que sus mejillas se ponían coloradas. Jamás creyó ver a Rin sonreír, pero ahora que lo hacía su enamoramiento por él aumentaba. Llevaba tiempo dejando cartas para Rin, al escribir sus sentimientos más sinceros y las palabras que no se atrevía a decir en voz alta podían ser transmitidos con éxito.

Rin jamás se había imaginado que Nagi fuera quien tenía sentimientos hacia él, era sorprendente, pero no le molestaba. De hecho, le alegraba tanto que la hermosa sonrisa en su cara se mantuvo en todo momento.