Capítulo 22.

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Ya habían pasado dos semanas y Yane no sabía nada a cerca de Jake, había desaparecido desde aquella noche... Otra vez. Nadie sabía nada de él, nadie lo vió, nadie sabe lo que sucedió, no recibía los mensajes de Yane, tampoco contestaba las llamadas.

Yane pensaba que seguía molesto por lo de aquella noche en la que realmente había tomado un poco de más, pero al fin y al cabo se equivocó y lo lamentaba, había lastimado al chico que le había dado todo su apoyo desde el principio, traicionó a la persona que más amaba, por alguien que realmente no vale la pena.

Lágrimas de desesperación caían por los ojos de Yane mientras se recostaba en el sillón pensando en qué iba a hacer respecto a Jake, dónde lo podía encontrar, últimamente Yane no había salido de casa, se sentía destrozada, intentó llamar a Jake otra vez, sonó una... Dos... Tres... Otra vez, nadie contestó.

Después de algunos minutos llamaron a la puerta, se levantó emocionada con la esperanza de que fuera Jake pero no había nadie afuera, solo un paquete, un paquete que no había pedido, se notaba ya que no tenía ninguna etiqueta, ninguna dirección. Yane entró a casa con el misterioso paquete en las manos, lo puso sobre la mesa y pensó en si abrirlo o no, no era nada pesado, la curiosidad era más fuerte que su sentido común, si era algo peligroso llamaría a Alan enseguida, tomó un cuchillo y rompió la cinta que lo envolvía.

Al abrir el paquete se encontró con una sudadera negra y una carta con una dirección incluida. La carta decía lo siguiente: "Tú no me puedes ver, yo a ti sí, he visto con quién sales, quiénes son tus amigos... Tus intereses amorosos, ¿y sabes qué?, estoy más cerca de lo que piensas, ahora mismo puedo escuchar tu respiración agitada al leer esta nota... Casi puedo sentir tu sudor bajando por tu rostro. Ahora déjame hacerte una pregunta, ¿sabes dónde está tu amado?, ya sabes, el chico de ojos azules. ¿No?, me lo esperaba, haznos un favor a mí y a él, ven a esta dirección: Grove Springs, Av. Wooster, #306. Más vale que vengas sola sino quieres que le pase nada, una cosa más... Tu vida por la de él. Suerte."

No podía creer que le estaba pasando otra vez, otra vez esa decisión, Jake ya se había arriesgado por ella, ahora le tocaba a ella, debía ser así. Decidió tomar dinero y dirigirse a la calle para parar un taxi que la llevaría hasta la dirección, iba nerviosa claro estaba, no sabía lo que le esperaba pero por Jake daría hasta la última migaja de su vida.

****

Mientras tanto un auto se aparcaba fuera de la casa de la pareja, de éste bajó un chico vestido de negro, caminó hasta el umbral de la casa, sacó una llave y abrió la puerta, al entrar se quitó la capucha y gritó el nombre de la chica.

-¡Yane!-nadie respondió.

El chico, desconcertado, la buscó por todos lados pero no había nadie ahí.

*Llamada*

-¿Jake?-se escucha del otro lado del teléfono.

-Jessica, Yane no está en casa, ¿está contigo?

-Te iba a preguntar lo mismo, Jake, no me contesta el teléfono.

-¡Mierda!, se suponía que tú la debías cuidar mientras yo no estaba-dice alzando la voz-justo hoy que volví ella desaparece, son todos unos inútiles.

-Oye relájate, nosotros no tenemos toda la culpa, yo no puedo estar todo el día con ella, yo también tengo una vida.

-Pero yo te pedí que la cuida...-se detiene al ver el paquete escondido debajo de un mantel-¿y ahora que mierda es esto?

-¿Está todo bien?

*Llamada terminada*

Un poco confuso abre el paquete en el cual solo está la sudadera negra, así que no le toma importancia. Intenta llamar a Yane pero no obtiene respuesta.

*Nuevo mensaje*

Yane<3

Solo te escribo para que sepas que estoy bien, no pienso volver a Duskwood nunca.

-Esto tiene que ser una maldita broma.

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⏰ Última actualización: Jun 17 ⏰

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