❝ WARMNESS ❞ [Kawaki]

𝟒𝟏; Nadie más ༊

❝ Guarda el secreto. ❞

ਏਓ MARIPOSA MANTO DE ORO ਏਓ

– Eso causó que el karma de Kawaki se dispersara, pero... esto apareció cuando tu karma se mantuvo, en tí que no eras aceptable para ser un recipiente – le hizo ver lo especial que era.

– Estoy tan agradecido que tenga que aparecer ante mí – agradeció viendo la palma de su mano donde se encontraba el karma blanco. – Desafortunadamente no puedo servir como receptáculo para su alma – dijo un tanto triste por ese hecho.

– El karma blanco de quien no es un receptáculo... es únicamente poder y mi legado – habló Isshiki. – Igual que heredaste ese karma, tú heredarás la voluntad de los Ootsutsuki – agregó. – Mi alma se dispersará en breve – anunció el Ootsutsuki. – Pero no puedo permitir que el poder de los Ootsutsuki sea apagado tan pronto... no cuando tenemos que devorar incontables planetas y evolucionar continuamente por miles de años – explicó para animar a Code... aunque no tenía que hacerlo, si él lo decía el otro lo haría sin dudar.

– Bien – aceptó finalmente. – ¿Qué debo hacer? – cuestionó al ser celestial.

– Kawaki o Uzumaki Boruto – mencionó los nombres de aquellos dos adolescentes. – Ofrécele al Diez colas cualquiera de los dos y haz crecer un Árbol Divino – indicó. – Entonces obtén el fruto de chakra que el árbol produzca, esto es la cristalización de la vida del planeta – continuó con sus indicaciones. – Esto deberá contener cualquier cosa... un recuerdo de toda la vida que vivió y murió en este planeta... incluyéndome – comentó al chico. – Cómetelo y mejorate a tí mismo... Code – ordenó. – Y tú mismo serás un nuevo Ootsutsuki – dio una excelente noticia al de ojos verdes. – Entonces avanza y devora planeta tras planeta a través del espacio, sigue evolucionando hasta ser una única existencia sin igual... un dios – añadió para convencerle. – Eso es lo que heredarás – finalizó.

– Un dios, ¿eh? – murmuró. – Pero como adorador de los Ootsutsuki... usted era mi dios – mencionó. – Así que primero quiero encargarme de aquellos quienes destruyeron el pilar de mi corazón – dijo furioso. – Dígame los nombres de los bastardos que le destruyeron – pidió con una sed de sangre y venganza muy fuertes.

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– Kawaki, el traidor de Amado, Uchiha Sasuke, el Hokage Uzumaki Naruto, Fīringu y por último el receptáculo de Momoshiki... Uzumaki Boruto – enumeró a la gente que tenía que matar a toda costa.

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– ¡Bien! ¡Este es el plan! ¡Presten mucha atención porque no lo repetiré dos veces! – cuatro adolescentes se encontraban sentadas lejos de cualquier ser humano. – Este es el plan... ¡Kokyo date cuenta! – le puso el primer nombre que se le ocurrió.