❝ WARMNESS ❞ [Kawaki]

𝟏𝟐; Padre e hija ༊

❝ Estás ahí, pero por algún motivo no puedo alcanzarte. ❞

ਏਓ MARIPOSA COLA DE DRAGÓN ਏਓ

Un reducido grupo de seis personas caminaba por las calles de Konoha en paz y tranquilidad, hasta que uno de ellos decidió preguntar algo.

– Boruto, ¿te volvió a doler el karma? – cuestionó Naruto con preocupación por la salud de su hijo.

– Ahora que lo mencionas, últimamente no me ha dolido – respondió mientras veía la palma de su mano donde se ubicaba el karma. – Aunque siento que palpita, incluso sin haber hecho ejercicio y duermo peor, ¿será que estoy estresado? – agregó para que su padre y hermana estuvieran enterados de la situación.

–Esperemos que sea eso – comentó la Uchiha. – ¿Te volviste más sensible? – inquirió Sarada con diversión.

– ¿Ah, sí? – preguntó Mitsuki e inmediatamente tuvo una aclaración por lo anterior dicho.

– Era sarcasmo – dijo rápidamente la Uchiha, aunque todos voltearon a ver a quien había soltado una pequeña risa y la dueña de ello era Kyoko quien se divertía por todo lo que sucedía a su alrededor.

– ¿Y a ti, Kawaki? – cuestionó esta vez Kyoko dirigiendo su vista al mencionado, quien se puso un tanto nervioso por la preocupación de la Uzumaki.

– A mí tampoco me duele – respondió calmando un poco sus nervios. – Y ya no despierta, siento que tengo más poder que antes – comentó. – El entrenamiento de ninjutsu está ayudando, me siento más fuerte – terminó por responder.

– Quizás aprender a controlar el chakra afectó positivamente al karma – dijo Kyoko, la teoría que había hecho en su mente en unos pocos segundos.

– Estoy orgulloso – expresó Naruto por lo analítica que era su hija y por Kawaki quien había logrado muchas cosas en poco tiempo.

– Ya trepas por los árboles mejor que papá – mencionó Boruto con cizaña hacia su padre.

– ¿Qué?... – tardó un poco en reaccionar el Uzumaki mayor. – ¡No te burles del Hokage! – gritó después de digerir lo que su hijo había dicho.

Ante esta situación, Kyoko no pudo evitar soltar una risilla por lo gracioso que era la interacción de su padre con su hermano; pero de inmediato se recompuso al ver como Sarada apretaba su puño con fuerza.

– Sarada – llamó la Uzumaki y la mencionada giró su rostro hacia la dirección de donde provenía aquella tranquila y suave voz. – ¿Estás bien? – preguntó con preocupación, mientras se hincaba para ver mejor a la Uchiha.

– Sí, es solo que no dejaré que me ganen – respondió dejando un poco más tranquila a Kyoko. – Estuve entrenando con mi padre – explicó. – Tendré que esforzarme aún más – termino por decir con determinación.