7 Sábado.

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Seishu caería más de mil veces rendido al llamado de Hajime, tal vez Hajime fue quien se declaró primero, quien pidió que vivieran pero Seishu se enamoro más fuerte, vive la relación a flor de piel, intenta día a día dar lo mejor de sí para que la relación funcione.

Percibe la profunda mirada de Hajime sobre de él, no le incomoda es algo que está acostumbrado pero es la primera vez que el silencio es abrumador y asfixiante, continúa planchando su uniforme evadiendo la situación le han llamado para que entre antes de su horario, necesitan apoyo y debe estar ahí. No se queja le apasiona su carrera pero en este momento tan tenso con Hajime se abruma más de lo debido.

—¿A que hora vas a volver?—Cuestiono mirando a Seishu que dejaba su uniforme sobre la cama.

—Mañana por la mañana.—Seishu camino hacia el tocador tomando su cigarrillo electrónico.—Voy al balcón.

Hajime no dijo ni una sola palabra, Seishu comenzaba a darse por vencido 《amar no es suficiente》el dulce sabor de su cigarrillo no cambiaba la amargura de su corazón. Mirar los carros pasar, ganete caminando por la acera, el grito de niños que saliendo del colegio, este momento mantiene su mente lejos del problema en su habitación. Luego de un rato volvió a la recámara donde Hajime permanecía con su laptop sin mirarlo.

—Te prepare la tina.—Solto de pronto sorprendiendo a Seishu que se desnudaba frente a él.

—Gracias, me baño y salgo.

¿Cuando sus pláticas de volvieron tan aburridas? Se metió en la tina cerrando los ojos relajando cada musculo tenso, el aroma a los inciensos de Jazmín le recordó al consejo romántico que escucho en el hospital. Seishu sumergió su cabeza ¿cuando fue la última vez que se rieron? Aquel día de los cojines pero antes de eso llevaban días sin hablar, sin tocarse, sin sentirse uno con el otro 《vamos a terminar》Seishu salio el agua sintiendo una presión en su pecho y un nudo en su garganta, em su borrachera lo menciono y por eso rompió en llanto. La idea de dejarlo es dolorosa, se enamoro perdidamente de Hajime, él iría a la guerra por defender el honor de Hajime pero Hajime necesita vivir la relación, que desee detener el tiempo cuando está con Seishu.

—Quisiera verme atraves de tus ojos y que tu te veas atraves de los míos.—Susurro apenas audible.

—¿Qué dijiste?—Seishu se giro mirando a Hajime que desataba su bata para entrar a la tina.

—¿Cuando entraste?

—Acabo de entrar, ¿que dijiste? ¿Necesitas algo?

—No, ven aquí. —Hajime camino despacio tomando la mano de Seishu para meterse en la tina.—¿Quieres que masajee tus hombros?

—No estoy bien así.—Hajime se pego más al cuerpo de Seishu quedando casi recostado en su pecho.—Mañana cuando llegues que te parece si duermes un poco y más tarde vamos a comer, el otro día fui con Ran e Izana a un restaurante muy bueno.

—¿Eso quieres?

— Si, quiero ir a comer contigo y luego ir a caminar tomados de la mano.— No percibió falsedad en sus palabras, la idea de romper se esfumo. Seishu tomo el menton de Hajime haciéndolo girarse para besarlo despacio y suave saboreando el vino tinto, Hajime notaba la nicotina con frambuesa. —Ya no fumes tanto.

—Lo dejaré.—Seishu dejó un beso en su frente.— Te amo.

—Yo también te amo.

Las ganas de volver a besarse se notaban en su miradas, Hajime se giro por completo quedando abierto de piernas teniendo en medio a Seishu. Seishu besaba su cuello, mordía despacio dejándose llevar por el momento anhelado, sus manos bajaron suave de su cintura a caderas a sus nalgas apretaba gentil, escuchando los suspiros de Hajime. Sentía contra su pene el duro pene de Hajime, sus brazos abrazados a su cuello y como encorvada su espalda cuando chupaba sus pezones.

—Eres tan erotico y tan mío.—Declaró posesivo contra el oído del pelinegro.

—Mételo.

—No respondiste lo que te acabo de decir. —Un dedo entro en Hajime y este pego su frente contra el hombro de Seishu.— Eres injusto Hajime, yo jamás renunciaría a ti y tu parece que me gritas que me rinda.

—Ahhhh.—El segundo dedo entró, jugaban en su interior y Hajime no paraba de gemir, no podia responder lo que le decía Seishu. —No te rindas, soy insoportable pero te amo. 

Se besaron desesperados como si el mundo fuese a terminar en ese instante pero era el comienzo del placer, Seishu sostuvo fuerte a Hajime de las caderas introduciéndose en él, sus movimientos eran rápidos y fuertes, Hajime gritaba clavando sus uñas en su espalda, la presión en sus caderas dejaran marcas pero valdrían la pena llevaban sin tener sexo cerca de un mes y por fin se sentía lleno.

Seishu paso su lengua por su barbilla sintiendo la saliva que derrabama Hajime, verlo sonrojado con los ojos en blanco mientras gime y pide más es uno de sus momentos favoritos. No puede comtralar ir despacio, quiere llenarlo hasta que tenga que apretar el trasero para evitar que su semen se salga.

—Soy solo tuyo.—Hajime afirmó entre gemidos corriendose, apreto fuerte y Seishu lo hizo después acompañándolo. Hajime comenzó a pestañear, Seishu sonrió y beso su frente.

—Vamos a terminar de bañarnos, tengo que trabajar.

Hajime asintió, se bañaron y antes de irse Seishu dejó en la cama a Hajime.

Seishu salio contento de su casa, aquellos pensamientos negativos fueron borrados, el sexo de la reconciliación es maravilloso se siente renovado e invensible.

♡♡♡♡♡♡


Su turno en el hospital fue tal y como lo suponía estresante, agitado y cansado, corre de un lado a otro, lidiar con pacientes necios, familiares groseros asi como destrozadas y médicos que hacen menos a enfermeros. Su día a día desde que esta en hospital. 

Tomo un descanso eran cerca de las tres de la mañana, un cigarrillo y el aire frío chocando contra su rostro. Vio a sus compañeros salir a fumar también abrazando a la chica que solían aconsejar.

—Que mierda.—Dijo uno de ellos prendiendo un cigarro a un lado de Seishu.— Puedes creer que la dejaron. —Seishu no dijo nada solo bajo la cabeza y la miro de reojo como lloraba desconsolada en los brazos de otra compañera.— El cabron ni siquiera le dio la cara, la acaba de llamar para decirle que ya sacó sus cosas.

—Tienes razón es una mierda.

—A veces nos aferramos a que sea esa persona cuando la realidad es que no se puede, intentamos e intentamos y cuando dan la mínima muestra de afecto nuestro corazón descansa y sentimos que es lo correcto.—Aquellas punzadas volvieron a sentirse.—No deberíamos conformarnos con menos, merecemos alguien que sacrifique todo por nosotros ¿no es así?—Seishu ni siquiera sabía que decir, solo miro como su cigarro se consumió.—Pero bueno, amar también es tropezar. Debemos volver termino el tiempo del cigarro.

—Si....

Si su mente estaba en paz ¿por qué se trastorno en un instante?









Domingo 9 am

—¿Por qué llegas hasta ahora?



Hola ✨️

Espero que estén disfrutando la historia. Tal vez mañana suba el capítulo final ❤️

Gracias por leer. 💖✨️

Seven [InuKoko] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora