4 Miércoles..

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Trazar las curvas del cuerpo de Hajime con la yema de sus dedos con absoluto cuidado como si fuese a romperse es un ritual antes de tener sexo, ir lento y tomarlo con calma hasta que Hajime comienza a rogar y su pene gotea, Seishu jamás había amado con devoción a un hombre como lo hace con Hajime, sus emociones son como una montaña rusa en esta retorcida relación no podría irse jamás. Ama sus defectos, su personalidad, su risa, su voz, su amabilidad, su fanatismo por el control y su conexión sentimental.

Hajime lo tiene a sus pies.

Despertó poco a poco por una incomodidad bajo él, se asusto al notar que aplastaba a Hajime, en algún momento se movió quedando medio cuerpo encima del pelinegro. Se aparto y volvió acomodar su brazo lo puso como almohada y con su otro brazo abrazaba la cintura de Hajime.

-Pensé que moriría aplastado.-Dijo bajito pegando más su cuerpo, sentir la piel calida de Seishu reconforta su corazón.

-Debiste despertarme.

-Lo intente pero estabas tan cansado que no reaccionabas.-Seishu beso los hombros de Hajime ocasionando que suspira y meneara sus caderas.

-¿Por qué no abres mejor tus piernas para mí?

-Porque te lo propuse hace horas y me rechazaste.

-Cierto estas enfermo.-Seishu se aparto dejando un Hajime ansioso por ser tocado.-¿Quieres comer algo? Ya son las 2 de la tarde te haré algo rápido de comer porque la comida que esta en el refrigerador tiene pimienta.

-¿No te aburres de hacer siempre la comida?

-No, me gusta consentirte.-Seishu se movió quedando encima del pelinegro, suaviso el tono de su voz acercandose a su oído.- Para mí es un placer atenderte.

-No me hables así, me dan ganas.

Seishu beso sus mejillas, nariz, frente y parpados "es tan adorable cuando se sonroja" penso contemplando sus profundos pozos negros. Escucharon el sonido del celular de Hajime y Seishu se aparto por completo saliendo de la habitación, Hajime atendió la llamada odiando a quien se atrevió a interrumpir su momento.

-¿A donde vas?-Pregunto Seishu viendo como Hajime se ponía una sudadera del perchero.

-Al estacionamiento dice el casero que estacione mal el auto ayer.

-No tardes, te estoy preparando albóndigas.

Hajime sonrió enamorado al ver a Seishu con su mandil y cabellos atados, se acerco a él quedando de frente se puso de puntitas para alcanzar al rubio dejo un pequeño beso en sus labios sintiéndose vivo y amado, luego salió dejando a Seishu ansioso por más besos.

Seishu ya casi terminaba de preparar y Hajime aún no aparecía, solo tenia que mover el auto pero ya tardo más de lo debido, su sexto sentido se alertó.

-Algo paso.—Tomo las llaves del departamento y salió dirigiéndose al estacionamiento, donde estaba Hajime y otro tipo.

- Ya le dije llame a su seguro y arreglamos el asunto.-Hajime saco el celular y el hombre le arrebato el celular.

-No, pagame tú el golpe.

Seishu se acerco poniéndose adelante de Hajime.

-¿Qué pasa?

-Sei vuelve al departamento.-Hajime nervioso jalo a Seishu de la muñeca sin lograr moverlo, Seishu miró como el tipo tenía el celular de Hajime.

-el idiota no me vio y le pego a mi auto.

Seishu miró el carro del tipo lleno de golpes, conoce a este tipo de locos estafadores, Hajime continuaba intentado moverlo.

-Dame el celular y llama tu seguro, no lo voy a repetir.

Seven [InuKoko] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora