Singularity¹ ||Jaywon||

V

La escapada al pueblo fue un éxito, Niki y Jungwon pudieron conocer al pueblo mientras Soobin los cubría y de regreso, llevaban unas compras.

Estos dos príncipes se conocían desde niños gracias a una visita por un evento y después de un rato, empezaron a jugar en el jardín del castillo. Esa amistad no se podía romper, tenían un lazo demasiado fuerte y lo demostraban.

Habían pasado unos días y Jay empezaba a mirar más retadoramente a Niki, claro que este no se quedaba atrás y lo provocaba cada vez más.

Esa noche, todos los invitados en el Reino Kim debían arreglarse, ya que, los Reyes Kim cenarian con ellos para celebrar que iban avanzando en sus clases y les darían una agradable noticia.

Los príncipes se pusieron sus trajes que decía realeza a donde fueran y los demás buscaban para ponerse sus mejores ropas.
Jungwon ya estaba preparado y estaba a punto de salir, se adelantaría ya que su hermano se tardaba más en prepararse, pero justo su hermano lo detuvo en el marco de la puerta.

-¿No piensas esperarme?

-Te tardas mucho en prepararte, yo mejor me adelanto.

-¿A caso te verás con alguien?

-Si lo hago o no, no es asunto tuyo.

Heeseung se sorprendió de nuevo por cómo le contestó, Jungwon ya no dijo nada y estaba dispuesto a salir pero de nuevo, su hermano lo detuvo.

-¿Te verás con Jay?

Jungwon sacó una sonrisa incrédula y volteo a ver a Heeseung.

-Sí, ¿algún problema hermanito? Sunghoon y Jake también están esperándome, así que si me disculpas. - realizó una reverencia. -Me tengo que ir.

Era mentira, todo lo que dijo era mentira, solo quería salir de ahí lo más rápido posible.
Ultimadamente su hermano se volvió insoportable y ese era uno de los principales motivos por el cual ya no pasaba tiempo con él. Mientras iba maldiciendo a su hermano, no se dio cuenta y chocó contra algo haciéndolo caer al suelo.

-Idiota, fijate por donde vas.

-¿Un mes desde que no nos vemos y me hablas así? Auch.

Jungwon levantó la vista ante la voz tan familiar y quería que la tierra lo tragase en ese mismo momento.
Era el príncipe Jay quien lo observaba con una sonrisa y tendiendole la mano para que se levantará, con un poco de vergüenza aceptó la mano para pararse.

-Lamento mi vocabulario, venía algo enojado.

-Lo pude notar, bueno ya que nos topamos, ¿Qué tal si vamos juntos al comedor?

-Me parece bien, vamos.

A lo lejos estaban cuatro personas viendo todo, dos sonriendo, una en shock y otro con el corazón roto pues los dos príncipes no se soltaban de la mano.

Al llegar al comedor todas las miradas, incluidas la de los reyes, se posaron en ellos. No era raro ver que llegaron juntos, lo raro era que iban tomados de la mano y no se soltaron hasta que cada uno se sentó en su lugar y empezaron a hablar con sus amigos.

Los reyes se vieron entre sí y compartieron una mirada, luego voltearon hacia su hijo mayor y él chico pelirosa sabiendo que deberían de hablar pronto.

Una vez todos llegarón la cena dio inicio, platillo tras platillo, cada paladar estaba más que complacido con cada cucharada que llevaban a su boca. Después de un rato el sonido de una cuchara chocando con una copa se hizo presente, haciendo callar a cada uno en el comedor y poniendo su vista en los dueños del castillo.