Las naciones están hechas de historias, algunas siendo más heroicas qué otras pero todas narran la vida de lo que una vez fue y en lo que se convirtió. Sin embargo, lo que se narra es... ¿en realidad lo que sucedió? Nadie conoce bien una historia sino la vive ¿Cierto?
Yokohama es un extenso reino al sur de Japón conocido por su tan enigmática historia familiar, sus bellos bosques y paisajes que son embellecidos por sus colores alegres, pero lo más envidiable de ella es que desde su fundación hasta ahora ha sido gobernada por reyes cabales, sensato e inteligentes los cuales se rigen por la justicia y la sabiduría no dejando ni un espacio a las distracciones innecesarias o conflictos nacidos del capricho, incluso si estos involucran a su propia familia. Fukuzawa Osamu el rey actual al igual que sus ancestros es por mucho el hombre que todos quieren ser, no obstante, la gente no conoce cuán miserable es en realidad.
El consorte real, Nakahara Chuuya, camina entre los pasillos con una fila de sirvientes detrás de él los cuales traen consigo agua, toallas y el típico vaso de whisky qué pide el rey todas las mañanas, Kunikida, el mayordomo del palacio real permanece detrás del consorte como mientras le recita la agenda del rey tan ordenadamente que es muy tediosa incluso solo oyendola. Chuuya se detiene ante las grandes puertas de mármol de los aposentos del rey, mira sobre su hombro al mayordomo real que después de una reverencia se acerca para tocar un par de veces, sin embargo, no hay respuesta y gracias a la gran impaciencia de cierto pelirrojo no vuelven a tocar sino el consorte hace a un lado a Kunikida para tomar de las manijas de las puertas y abrir hacia delante dejando al descubierto todo el desorden que es la habitación del rey, muchos se sienten abrumados por el olor a alcohol pero el mayordomo y consorte real ni siquiera se inmuta por tal aroma que desprende. La servidumbre espera el siguiente movimiento de su señor ya qué nadie puede respirar sin su consentimiento, Chuuya se acomoda la yukata y se introduce en la recamara teniendo cuidado en no pisar nada de lo que estaba arrojado en el suelo.
El consorte se acerca a la cama del rey con intención de despertarlo pero cambia sus planes al notar como el rostro de su marido estaba arrugado gracias a una expresión de angustia, les dirige una mirada a su fiel sirviente, Karma y a Kunikida para que encarguen de dejarlo a solas con el rey. Tan pronto las puertas son cerradas Chuuya toma la libertad de sentarse a la orilla de la gran cama y tomar la mano de su esposo que yace fría. Mueve ligeramente el hombro del rey en un intento de despertarlo pero solo recibe gemidos y balbuceos, vuelve a intentar pero la respuesta de Osamu lo hace detenerse.
—Odasaku. — susurra Osamu aún dormido, Chuuya aleja su mano de su hombro e intenta hacer lo mismo con la mano qué sostiene la mano de Osamu pero esté no lo deja ir si no ejerce más fuerza en el agarre de sus manos entrelazadas. —No te vayas... por favor.
Chuuya quería ser un imbécil para lograr poder ignorar al hombre, sin embargo, no es tan insensible como quiere y es más humano que el tipo que desposó. Tarda un rato para que los ojos del rey se abran y le miren, la mano no se aparta mientras sus miradas se encuentran cómo Chuuya ha creído qué ocurriría. Hay un extraño brillo en los rojizos orbes de su amante qué aparta la mano primero porque ellos no son así. Osamu baja la mirada, está algo fuera de sí debido a todo el alcohol qué consumió anoche tras otra carta de amenaza contra las fronteras, odiaba el revuelo y a la gente demasiado arrogante qué se atreve a creer que de alguna manera puede tener siempre lo que está en su lista de deseos de la semana. Se levanta de mala gana y siente que su cabeza da vueltas, tantas que le revuelven el estómago, aún si ha bebido así en años los efectos de la resaca persisten.
—Eres asqueroso. — Se queja Chuuya haciendo una mueca por su obvio desagrado.
Osamu resopla porque no esperaba menos de un comentario hecho por su esposo que no le dejaba de recordar que a diferencia de todo lo que los demás decían no dejaba de ser el bastardo hijo de la más grande escoria del palacio, el amante del rey anterior del cuál nadie se atreve a hablar. Cierra los ojos por un momento intentando tomar un poco de cordura, aún debe presentarse ante una habitación llena de gente hambrienta que desea devorarle ante cualquier señal de debilidad.
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𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲 𝐥𝐢𝐧𝐞
FanfictionEl trono de Yokohama y las fatídicas historias de amor de aquellos que portan la corona. 🍃 Inspirado en Family line de Conan Gray (es mi fav) 🍃 Los personajes no me pertenecen 🍃 Boys love 🍃 Omegaverse referenciado 🍃 M-preg 🍃 Mención de depr...