Capítulo 5

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El príncipe se fue prometiendo volver dispuesto a pedir su mano. Atsushi planeaba hablar con su padre de inmediato pero Ryunosuke había insistido en ser quién hablará con él para convencerlo de que aceptará que el joven príncipe lo cortejara. Ambos saben que cualquier otro noble aceptaría gustoso su unión pero la relación entre su padre y el rey no era la mejor, además Ryunosuke hace mucho que no era el favorito de su alteza para estar a lado de su hijo.

Ryunosuke se apresura a ir a la oficina de su padre dónde Hirotsu se lo indicó, antes de tocar arregla un poco su aspecto y suspira dando dos toques con sus nudillos. Cuando su padre le dio pase libre giro del pomo de la puerta para adentrarse en la habitación, tan pronto está dentro su padre despide al omega que le servía el té y le señala a su primogénito una de las sillas enfrente de su escritorio. Toma asiento y mantiene una postura recta mientras se repite lo que dirá una y otra vez en su cabeza, lo va a convencer a cómo dé lugar.

—¿Qué era lo que quería su alteza? — cuestiona su padre pero no lo mira sino se concentra en los papeles sobre su escritorio, supone que es porque es el hombre que se encarga de arreglar los desastres de las decisiones de la corona y casi no tiene tiempo para perder.

Ryunosuke lame sus labios, juega con las mangas de su camisa y sonríe con labios apretados.

—Quiere cortejar a tu hijo, padre. — confiesa, sus mejillas se sonrojan. —Yo he aceptado.

Dice lo último con cierto temor, su padre se queda quieto para luego dejar de lado los papeles y entrelazar sus dedos, se inclina hacia el escritorio apoyando sus codos sobre el fino roble. Reposa su mentón sobre la unión de sus manos pensando con detenimiento qué palabras decir, pero sigue sin mirarle por lo que el dolor de estómago de Ryunosuke solo empeora.

—Ryunosuke, cómo tú padre y la persona que más te ama me niego a ese cortejo. — decide no importando poco si Ryunosuke ha mostrado su claro interés en querer aceptar ese cortejo.

Ryunosuke no se exalta, quiere protestar pero se abstiene porque es su padre, además ser grosero era algo que no podía permitirse cuando su deseo es mostrar la suficiente sensatez para que su progenitor confíe en sus decisiones.

—¿Por qué? — pide con voz calmada.

—Hijo mío, le juré a tu padre protegerte a ti y tus hermanos, el príncipe no es un marido para ti. — aclara y no deja que su hijo proteste cuando ve que abre la boca. —Y no es porque tu no seas suficiente, al contrario creo que todo hombre es poco para ti. — asegura dejando en claro su posición ante la situación. —Pero lo que me acongoja es que el rey pueda hacerte algo.

Ryunosuke sabe que es verdad pero solo asiente pero no acepta que todo sea así solo por su relación con el rey. Él no planea ceder y rendirse, después de todo era un muchacho decente que ha guardado su honradez aun si ya es una víctima del celo por lo que aún sigue siendo un buen candidato.

๑🍃

Al regresar a casa El señor Hawthorne es recibido por su amada esposa la señora Mitchell que parecía más contenta que en la mañana por lo que tiene curiosidad sobre lo que influyó en dichoso estado de ánimo por ello cuando su hermosa cónyuge lo llevó a tomar un poco de té al patio le fue inevitable querer saciar su curiosidad. La castaña tararea una melodía de modo efusivo mientras le sirve una caliente taza de té de manzanilla y Nathaniel cree que es buen momento para curiosear.

—Querida, podría saber la causa de su dicha. — cuestiona mostrando su interés por lo que alegra a su esposa.

Margaret termina de llenar su taza de té con una enorme sonrisa llena de malicia, Nathaniel ama todo en su esposa pero jamás ha sido un fanático de la idea de ser constantes propiciadores de la desgracia debido a qué es totalmente conocedor que todo se devuelve y realmente ha cometido más faltas de las permitidas.

𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲 𝐥𝐢𝐧𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora