cliché ᡴꪫ kookmin

Suceso inesperado.

El día de la ansiada fiesta había llegado. Jungkook, pesar de haber salido mal con Junho, eso no iba a hacer un impedimento para no asistir, mucho menos cuando iba a llevar a Jimin. Desde que salieron de clases, el pelinegro fue lo más rápido que pudo a su departamento.

Abrió su closet analizándolo, observando cada una de las prendas que tenían en este. Para tomar una decisión. Al final, optó por llevarse una pantalón oscuro, camisa blanca, una chaqueta roja y por último sus tenis.

Se miró al espejo, sonrió satisfecho y salió de su hogar. Caminó hasta su auto, subió en él y comenzó su camino hasta la casa de Jimin.

¿Cómo sabía su dirección?

¡Fácil!

Seokjin se la proporcionó.

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Jimin era un manojo de nervios, mordía sus uñas mientras esperaba sentado en la sala de la casa de su madre.

—Te ves precioso, mi niño —su madre bajó.

Jimin dirigió su mirada hacia las escaleras. Su madre vestía un lindo vestido lila, unos zapatos de piso negros, su cabello oscuro hasta los hombros.

—Gracias mamá —sonrió Jimin. Su madre llegó hasta él, acarició su mejilla, demostrando todo el amor y orgullo que tenía hacia él.

—¿Tu novia vendrá por ti? —esa pregunta hizo que la sonrisa de Jimin se desvaneciera—. ¿O a qué hora acordaron? —ahora solo tenía una sonrisa falsa.

—Mamá... —¿cómo decirle a quien te dio la vida que no se trataba de una chica?—. Nos encontraremos en la esquina —se levantó. Se acomodó su saco que tenía puesto—, así que me tengo que ir —besó la mejilla de su madre.

—De acuerdo, mucho cuidado —le sonrió.

Jimin solo pudo asentir. Abandonó su hogar, suspiró. Sabía que su madre aún no estaba lista para saber sus preferencias. 

Ella es de religión católica. Aunque su madre siempre le inculcó y ella tiene bien grabado el versículo; Juan 4:7. Y Juan 15:12.

"Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios"

"Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado"

Conoce bien a su madre, sabe que no podría ser catalogada como una persona homofóbica pero... Una cosa es tener amigos o convivir con gente con gustos no heteros y otra muy distinta es, tener un hijo con esos gustos.

Jimin, aunque se siente terriblemente mal por mentirle a quien le dio la vida, no soportaría ver destrozada a su madre.

Después de todo su padre era igual...

Esperó en la esquina de su calle, Jin le había mandado mensaje diciendo que Jungkook tenía un auto color anaranjado. Así que lo estuvo esperando, cuando llegó, Jeon bajó la ventana del copiloto. Vio que el pelinegro tenía intensiones de bajar por lo que Jimin se apresuró y subió al auto. Subiendo nuevamente las ventanas.

No quería que sus vecinos vieran que se va con un chico después de haberle dicho a su madre que iba a ir a la fiesta con su supuesta "novia".

En todo el camino nadie dijo nada, El pelirosa agradecía eso, el bajo volumen de la canción que sonaba le traía un poco de tranquilidad. Más ahora que su mente está hecho un desastre. Mientras que Jungkook, pensaba que Jimin aún seguía molesto, por eso en un semáforo se animó a preguntarle.

—Jimin —el nombrado lo miró—. ¿Aún estás molesto? —preguntó viéndolo fugazmente.

—No, para nada, ¿por qué? —ladeó su cabeza.

—Es que iba a abrirte la puerta pero no me diste tiempo y ahora, no dices nada —confesó.

—Eso... —miró hacia la ventana—. Mis vecinos son algo entrometidos —no mentía del todo—. Y de lo otro pues, ahora no tengo muchos ánimos de hablar —suspiró.

Jungkook asintió, se puso analizar un momento las cosas. ¿Sería buena idea no asistir a la fiesta e ir a otro lugar? No sonaba mal, así que emprendió su nueva ruta.

Le subiría los ánimos a Jimin si o si.