Un amor inalcanzable.

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Y ahí estaba él, observándolo desde lejos con esos ojos llenos de adoración que siempre aparecía cuando el pelirosa lo veía entrenar.

El pelinegro anotó un gol en la portería, lo cual festejó felizmente mientras caminaba hacia sus amigos.

Mientras eso sucedía, el pelirosa sonreía encantado. Soltó un sonoro suspiro; daría lo que sea para que Jeon Jungkook lo volteara a ver y se diera cuenta de lo enamorado que estaba de él.

El menor se hacía muchos escenarios en su cabeza y todos, tenían el mismo final; vivir felices por siempre.

—¿Otra vez aquí, joven Park? —la voz del entrenador lo sacó de sus pensamientos, provocándole un brinco.

Miró a su espalda, el señor de unos 30 años, vestía ropa deportiva color naranja. Las mejillas del pelirosa se tiñeron rojas.

—L-Lo lamento entrenador —hizo una reverencia.

—Comienzo a pensar, que viene a ver otra cosa, en ves del entrenamiento.

¿Tan obvio era? Tal vez si.

El entrenador Jichul todos los días que el equipo entrenaba, el pelirosa se mantenía escondido entre la separación de dos gradas.

Y el hombre no era para nada tonto, aunque Jimin le diera mil pretextos que solo veía jugar al equipo estudiantil por que deseaba entrar al equipo del fútbol, conocía aquel brillo que se notaba en los ojos del menor al mirar a su Co-Capitán.

Convirtiéndolo en un chico más que estaba detrás de aquel apuesto chico.

—N-No, para n-nada —exclamó nervioso al ver que estaba siendo descubierto—, e-es que yo quisiera i-inscribirme, ¡si!... Quiero p-participar —no era bueno mintiendo.

Su tartamudeo lo traicionaba junto a ese movimiento de manos.

—Oh ya veo... —fingió haberle creído—. Entonces acompáñame —comenzó a caminar.

Miró atrás y el menor no se movía de su lugar.

—¿Acaso no querías estar en el equipo de fútbol? —Jimin se maldecía por haber puesto una y otra vez esa ridícula excusa, le servía, pero ahora que en verdad el profesor le tomaba enserio su palabra; entró en pánico.

—P-Profesor —suspiró. Caminó hasta quedar frente a él—. La verdad es que-

—¡Entrenador, que bueno que llega! —fue interrumpido por el chico de sus sueños.

Jeon Jungkook corría en su dirección. Cuando estaba a su lado, Jimin pudo ver esa hermosa sonrisa, algunos mechones se pegaban en su frente debido al sudor.

Una obra maestra.

Una demasiado sexy antes los ojos de Jimin. El pelirosa tragó grueso, un cosquilleo en su vientre se hizo presente, así que giró su rostro hacia un lado para que sus mejillas rojas no se notaran.

Aunque parecía que el pelinegro no se inmutaba con la presencia del menor; estaba realmente nervioso.

—Junho dijo que sería buena idea iniciar el entrenamiento —le comentó alzando sus hombros, poco después volteó a su espalda.

El Capitán ya venía cerca, sabía que su Co-Capitán lo acusaría con el entrenador.

—Buenas tardes entrenador Jichul —se mostró respetuoso—, no le crea a este mentiroso —miró a Jungkook quien hizo un gesto fingiendo haberse ofendido—, solo les hice dar diez vueltas a la cancha y los circuitos unas tres veces —informó.

—Eso está muy bien Junho —lo felicitó—. Aunque Jungkook no me había mencionado nada de eso, gracias por tu informe —bromeó un poco al respecto de como el castaño se había echado de cabeza.

cliché  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora