Tiempo juntos.

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—Llegamos —avisó Jungkook.

Jimin tan pronto analizó el lugar, frunció el ceño, se suponía que tendría que toparse con una casa, la música a todo volumen, adolescentes por doquier, bailando, borrachos.

Pero en lugar de eso, estaba mirando una heladería.

—Ehhh... ¿Jungkook? —cuando se giró a verlo, el pelinegro ya había bajado del auto, ahora rodeaba el carro para abrirle la puerta al pelirosa.

Jimin miró la mano enfrente de él, para después mirar los ojos miel. Esos ojos hermosos que cuando sonríe como lo hace ahora, parecen medias lunas.

Simplemente hermoso.

—Anda, vamos pollito —las mejillas del pelirosa se tiñeron de rojo.

Tan solo sentir la suave mano de Jungkook, Jimin se sentía en el cielo.

Después de cerrar el auto, en ningún momento el pelinegro soltó su mano, es más, daba suaves y lindas caricias en esta causando que ese rojo carmesí de sus mejillas no desapareciera.

Se sentaron en un mesa al fondo, ordenaron sus helados. Disfrutaron de un buen rato, por fin, durante todos los años que Jimin miraba de lejos a Jungkook, al fin, veía esa hermosa sonrisa en vivo y en directo, esa risa melodiosa que hace que sus ojos se hagan pequeños.

Ambos pasaban un rato cómodamente, ninguno jamás se imaginó en compañía del otro, no existía nada más que ellos dos.

Ellos dos....

Juntos por un solo instante...

✧✦✧

—Buenos días hermoso pollito —la voz suave y rasposa con la que hablaba Jungkook cada vez saludaba a Jimin, le hacía sentir una corriente eléctrica en todo el cuerpo al pelirosa.

Desde esa salida, ambos no se han separado, es más, gracias a esa salida, ambos se dieron la dicha de conocerse más a fondo.

—Buen día, Hyung —Jimin saludó sin tartamudear, había ganado algo de confianza en todas esas salidas con Jungkook.

—Buenos días a ti también Park, yo también existo, ¿saben? —dijo algo herido Namjoon, claro que disfrutaba ver a su mejor amigo mejor, pero también sentía un vacío que cada vez que quisiera pasar con Jimin, Jungkook esté presente.

Ahora sentía lo que pasó Jimin cuando recién salía con Seokjin.

—Perdón Namjoonie, buen día —saludó educado, Jungkook.

—¿Desde cuándo le hablas con tanta confianza? —preguntaron a sus espaldas, los tres voltearon topándose a su maestro de Literatura. Vestía un pantalón y chaleco gris, camisa blanca, zapatos de vestir. Su cabello peinado.

Uno de los maestros con mejor porte en toda esta Universidad.

—Desde que es tu pareja, Seokjin —le explicó Jungkook, no sin antes haberse fijado que nadie estuviera cerca.

—Bueno, solo quería venir avisarles que hoy se suspenderá nuestra clase, Eomuk está algo enfermo —avisó a los 3 amigos frente a él, la preocupación de NamJoon fue muy notable, pues por esos lindos petauros de azúcar fue que conoció al castaño.

—¿Y Edong? —preguntó Jungkook, quien también ya conoce a las pequeñas mascotas.

—Se quedará en casa, mi madre dice que él está bien, a diferencia de Eomuk —suspiró. Acomodó su bolso—, debo irme, nos vemos en casa Nam —le dijo, no podía besarlo, se estaría arriesgando mucho, así que solo le sonrió.

Namjoon analizó un poco las cosas. Se despidió rápidamente de los tórtolos, alcanzó al castaño tomándolo del brazo.

—Te acompañaré —habló decidido.

—¿Y tus clases? —frunció el ceño, no estaba dispuesto a dejar que su novio faltara a clases.

—Sé que Jimin me pasará los apuntes, déjame acompañarte —le hizo ojitos a su novio, quien lo estaba pensando—. Sólo será hoy, lo prometo, déjame ser parte de esto —agregó.

—Bien, pero solo esta vez —amenazó.

Ambos comenzaron a caminar, obvio con cierta distancia. Al llegar al auto de Jin, el peliazul subió lo más rápido. El castaño comenzó a conducir hacia el departamento que compartía con Namjoon. Este se mantenía algo nervioso, no quería que nada le sucediera a algunos de los lindos petauros.

✧✦✧

—¿Y cómo les fue? —preguntó durante la llamada, Jimin

—Bien, por suerte solo era un pequeño malestar —informó Namjoon, quien estaba sentado en su sofá de la sala, con Eomuk en sus piernas, mientras vigilaba a Edong quien estaba saltando en el sillón.

Me tranquiliza eso, ya te mandé foto sobre los apuntes y las tareas ya están resueltas —le dijo Jimin, aunque le sorprendió un poco a Namjoon que su amigo pelirosa le hubiera pasado las tareas ya respondidas. Otras veces que solía faltar solo le mandaba los ejercicios asignados.

Le encantaba este nuevo Jimin.

—Lo agradezco Minnie —Namjoon recibió señas de Seokjin avisándole que la cena ya estaba lista—, tengo que irme, iré a cenar. Cuídate, nos vemos mañana —agregó.

Nos vemos mañana, te quiero Nam —otra cosa que dejó en shock al peliazul, pues Jimin raras veces se mostraba cariñoso en palabras.

Con una pequeña sonrisa contestó —Yo también te quiero, Jim...

Sabía que este repentino cambio se debía a una sola persona, el nombre de esa persona es Jeon Jungkook.

cliché  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora