- "A Hero Born Of Darkness"

4:- Vinkland

Izuku ya llevaba un par de horas caminando, no había descansado un poco desde que salió de la casa de Puck y de aquel pueblo que probablemente no quería verlo ni en pintura.

El sol ya estaba alumbrando para la desgracia de este mismo.

Ahora mismo eran las 7:45 AM.

- Maldita sea - Blasfemó el Azabache - Llevo caminando como perro callejero desde que desmembre a ese tipo, ¿Será este mi castigo?, Espero haya alguien para preguntarle que tan cerca queda un pueblo.

El Oji-Morado siguió su camino, ahora tenía una nueva espada para la funda que Puck le había dado sin darse cuenta.

El chico se puso la capucha de la capa que también le había dado el Peli-verde, no quería llegar a un pueblo y estar quemado.

El Peli-negro caminó y caminó por una media hora tal vez, no llevaba reloj cómo para saber la hora ni los minutos.

A comparación de otras veces que llegó a pasar semanas sin llegar a dormir ni un solo segundo, esto no era nada del otro mundo.

Izuku amargó su rostro, ya empezaba a odiar aquellos recuerdos con su ex-grupo.

- Malditos incompetentes...

Escupió a un costado, en señal de desagrado de recordar sus momentos con sus compañeros.
Cómo era de dia, las criaturas no volvieron a aparecerse, por lo que parte del viaje fué algo aburrido para el chico.

[. . .]

Izuku paró en una montaña, se quedó allí a descansar unos momentos, sacó su nueva espada y se le quedó viendo por unos momentos.

- Hmp, increíble como un "caballero" haya tenido una espada muy bonita y no saber usarla - Dijo, la espada era un poco larga y ancha, mucho más que una espada normal.

Cerró los ojos un poco, necesitaba un descanso.

Aunque, probablemente esa vez sería la última vez que dormiría.

Las horas pasaron, Dusk se levantó, era de tarde ya, supuso que debían de ser como las 4 o 5 de la tarde.
Salió de aquella cueva en donde se había quedado dormido, el sol pegó en sus ojos, molestandolo un poco, aún así bajo y bajo hasta llegar el pueblo.

Caminó, a pesar de la hora todavía había gente por los alrededores, las personas miraban de reojo a Dusk, más que todo por su aspecto.

Cabello largo y de un profundo negro bastante oscuro, aquellos ojos morados opacos mataban a cualquiera con su mirada, su vestimenta. Parecía un aventurero.

El azabache escuchó un alboroto y por curiosidad fue para ver, encontrándose con un montón de personas reunidas en círculo viendo algo.

- ¿? - El Oji-Morado estaba confundido, por curiosidad fué para ver de qué se trataba.

Vió una base de madera con escalones y unos tablones junto a un mecanismo con una soga, el Pecoso conectó todo, se trataba de una ejecución, más específico, la horca.

- Hmp, siglo 21 y todavía siguen haciendo ejecuciones, me siento atrasado - Susurró viendo como subían a una persona.

- ¡No por favor! ¡Lo juro, no soy un maldecido! - Gritó aquella persona con desesperación.

- ¡Silencio escoria! ¡Las personas te vieron usando ese poder para hacer actos indebidos! ¡Estás condenado a la muerte! - Le dijo el ejecutor a la víctima quien palideció.