07.

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-Rodrigo se despertó envuelto entre las sábanas blancas. La luz del sol golpeaba sus ojos mientras los pajaritos cantaban haciendo un ambiente cálido.-

-Estaba en la cama de Iván, lo sabia, su cama nunca fue tan cálida, los pájaros nunca le cantaron, la luz de sol nunca lo recibió al despertar.-

-Frotó sus ojos tratando de despertarse por completo. Levantó la mirada, viendo por la ventana, sabía que era tarde, y también sabia que había faltado a la escuela. Volvió a bajar la mirada para ahora ver a Iván acostado en el colchón mientras miraba su teléfono.-

ㅡIván...

ㅡ¿Eh? ah, buenos días Rodri, ¿como amaneciste?-Se sentó en su colchón, asomándose a la cama en donde Rodrigo descansaba.-

-Iván no lo podía evitar. Rodrigo era el ser humano más hermoso a sus ojos, sus rulitos cayendo por su frente, sus ojitos verdes brillantes llenos de dulzura, sus cachetes colorados y abultados, sus labios pomposos. Rodrigo era perfecto, ahora estaba seguro de que sin él su vida sería una miseria.-

ㅡUhm, buenos días Iván... Yo bien... ¿Y vos?-Se acerco más a la esquina de la cama para poder ver a Iván más de cerca.-

ㅡBien... ¿Te sentís mejor?

ㅡMe siento mucho mejor... Gracias por ayudarme, de verdad.-Trato de cubrirse mejor con las frazadas, de repente tenía mucho frio, el calor del sol no era suficiente para mantenerlo cálido.-

ㅡNo es nada...-Se hizo a un lado en el colchón y levantó las frazadas mientras miraba a Rodrigo.-Vení.

-Rodrigo dudo unos segundos, pero finalmente bajo hacia el colchón con Iván y se acomodo en sus brazos. El azabache le ofreció su calidez en sus brazos, y a Rodrigo no le disgustaba para nada.-

ㅡGracias...

ㅡAsí no pasaras frío.-Lo arropo bien y lo abrazo nuevamente para abrigarlo.-

ㅡNo le digas a nadie que nos abrazamos.-Lo miró a los ojos.-Por favor.

ㅡNo le diré a nadie, está bien... Todos necesitamos un abrazo... Necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho abrazos para mantenernos como estamos y doce abrazos para crecer.

ㅡ¿De verdad? solo recibo tres o cuatro por día.

ㅡYo te daré muchos abrazos.

-Rodrigo desvío la mirada y negó. No estaba acostumbrado al contacto físico, y si ahora se dejaba abrazar es porque se sentía mal e Iván lo estaba ayudando.-

ㅡNo... No me gusta el contacto físico.

ㅡ¿No...? Pero luces como una masita adorable y abrazable...

ㅡNo es que no me guste pero... En mi familia esas cosas no se hacen, solo las hace Ger y no suelo aceptar mucho sus abrazos, no estoy acostumbrado.

ㅡPero los abrazos son lo mejor, haré que te encanten.

ㅡPues no será fácil entonces.

ㅡ¿Querés desayunar? tengo brownies de ayer.

ㅡOkay.

...

-Rodrigo estaba sentado en el sofá de la sala de Iván. Llevaba puesto el buzo de este y abajo un pantalón que Iván le había prestado para estar más cómodo. Miraba el televisor con atención mientras comía un brownie y tomaba de su chocolatada.-

ㅡ¿Por qué de repente pareces tan mimado?

ㅡPorque me estas mimando.-Dejo la chocolatada en la mesa.-¿Qué hora es?

Desorden. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora