Loving Entanglement

7: ¿Servicio Especial?

– Has de tener una mala imagen de mi

Comento Everett bebiendo el sumo de durazno que había preparado previamente en su apartamento.
Matthew rio ante el comentario, viéndolo a los ojos.

– De hecho.. Mejoraste como persona

– ¿De verdad? Eres la primera persona que me lo dice, gracias –sonrió– Liam me regaño esa noche – bebió un poco más del popote

– ¿Liam?

Alzo una ceja con una expresión de curiosidad, incógnita, ¿Quien era Liam?

Everett lo miro y sonrió aún teniendo el popote en su boca.

– ¿Tienes curiosidad?

–  Se podría decir que sí

Lo miro de reojo mientras sonreía y veía el auto de Matt estacionado a tan solo unos metros de ellos, su mente divagó por pensamientos pecaminosos y lo tomo de la mano.

– Quieres... ¿Un servicio especial?

Matt no entendía muy bien la indirecta pero se dejó llevar por Everett.

Caminaron hacia el auto y Everett sonrió muy lascivo, Matt entendio aquella indirtecta que le proporcionaba el bailarin y abrió la puerta delantera dejando que pasará primero su acompañante y después él.

Matthew estando en el copiloto dejo que la silla estuviera más inclinada, en ese entonces Everett sin permiso y como bastante beneficio se sentó sobre sus piernas, justamente en su entrepierna.

– Aquella noche Matthew, ¿La has olvidado?

Acaricio con la yema de sus dedos los labios, las mejillas y los pómulos y con tanta delicadeza paso sus dedos por el cabello tan sedoso de Matt, como extrañaba todo de él.

El contacto en sus labios fue más que pasión, la pelea entre saber quién dominaba era todo un placer, sus labios se disfrutaban en un Vaivén inalcanzable de placer.

– Tienes un sabor a durazno – halago Matt al dejar de besarlo – Me gusta

Las caderas de Everett empezaron a moverse tan lentamente sobre su regazo, leves sonidos salieron de su boca mientras seguía moviéndose.

El placer que Matthew sintió tampoco pudo contenerse, tocando con sus dedos la zona tan sensible de Everett. Hizo movimiento circulares, palpando y acariciando sobre aquella estorbosa ropa.

Gimió al odio de Matthew, era lo demasiado sensible que no pudo contenerse.

Fue quitando cada botón abrochado y tocando el pecho de Matthew mientras sentía un hormigueo en su parte baja.

Por otro lado el mayor alzo la prenda superior y empezó a chupar aquellos rozados pezones que estaban duros por el placer brindado, su experta lengua lamía con suavidad, con vergüenza e inocencia en cada caricia de su boca. Las mejillas de Everett se tornaron rojizas, cerrando los ojos disfrutando de los movimientos.

Cuando pudo deshacerse de la prenda inferior llevo dos de sus dedos a su boca para lamer y llenarlos de saliva, los suspiros de Matthew lo excitaron tanto.

Con suavidad y en el acto viendo a Matt metió ambos dígitos en su entrada, cerro los ojos apenas que entraron quedándose en esa posición por algunos segundos, pero ese chapoteo era tan intenso que para la vista de Matthew era tan exitante que su miembro despertó al cien.

El sonrojo en las mejillas de Everett no desaparecía, mordía su labio intentando detener los suspiros, así que Matt empezó a besarlo sustituyendo dedos, ahora él hacia leves estocadas.
Su cuerpo se estremeció al sentir dígitos que no eran los suyos, eran más grandes y eran desconocidos, además de ese intenso placer que les brindaba al ser descubiertos por alguien más.