14. Deuda pagada

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Las rosas en su mano izquierda, eran al menos 50 con un lazo blanco amarrando el tallo y un papel parecido al Papel china que adornaba el obsequio.

Tocó levemente la puerta esperando a que abrieran, Everett asomó la cabeza y al ver a Matthew sonrió.

– Me has ganado

Lo hizo pasar, miro hacia la dirección donde venía un sonido y un olor delicioso, Everett corrió a la cocina para apagar la leche que hervía mientras tomaba el trapo y sacaba una charola pequeña del horno cerrando la tapa con el pie.

– Perdón, me demore haciendo las compras

Matthew nego la cabeza, miro las rosas y se las dió.

– Para ti

El bailarín las tomo y las acomodó en sus brazos, sintiendo el aroma fresco.

– Gracias, no te hubieras molestado

Busco un jarrón en su alacena, si, porque ahí debe ir los jarrones y no en un específico lugar donde guardarlos; lo lleno de agua a la mitad y empezó a poner las rosas con cuidado, mientras su invitado se quitaba el saco colocándolo en un sillón, dobló el largo de las mangas de su camisa.

– Perdona mi atrevimiento pero, ¿Necesitas ayuda?

Everett lo miro.

– Estoy bien, eres mi invitado y no me gustaría molestarte

Escucho como se caía una cuchara, provocando que la mantequilla saliera volando hacia la pared, cayendo en una bolsa de harina, no le quedó de otra que cerrar los ojos, sonreír avergonzado.

– Te debo una

Empezaron limpiando el desastre que se hizo solito, Everett agrego el azúcar en la leche para luego pasar a la batidora de mano, Matthew tomo un pequeño molde redondo y empezó a poner mantequilla en las orillas y centro para que el bizcocho no se pegará.

– Eres bueno haciendo postres

– Mi madre me enseñó, es uno de sus pasatiempos –  Con una espátula mezclaba los ingredientes mientras con una sonrisa traviesa y voz juguetona le dijo a Everett– ¿Te enseño?

Everett se estremeció al escuchar la voz, se sostuvo colocando las manos en el borde de la mesa donde terminaba de hacer el Chantilly.

– Me encantaría – tapo levemente su boca con un puño deforme con la mano, el sonrojo en sus mejillas de hacia notorio.

Matthew rio levemente mordiendo el lado derecho de su labio inferior.

Pasado el tiempo determinado, sacaron el bizcocho del horno y quitaron el molde, se veía esponjoso y con un buen aroma; llegó la hora de decorarlo.

Everett tomo el mango para rellenar con Chantilly y hacer gotitas en la orilla del pan, sintió como en sus manos otras las tocaban, su espalda tocó el cuerpo ajeno mientras una respiración se sentía en su cuello.

– Deben ser firmes – Matt hablaba controlando la mano de Everett – Para que no se resbalen del bizcocho – lo último lo dijo con voz seductora

Con las mejillas rojas y al borde de la locura siguió las instrucciones de Matt con cautela, las fresas lavadas anteriormente fueron a dar en el pastel formando un círculo, al centro ambos colocaron chispas de chocolate.

– Lo hiciste de maravilla

Al fin todo estaba terminado, el pastel y la comida que se había hecho previamente, Everett tomo la charola de la comida y Matthew llevo el pastel hacia la mesa de cristal con platos y cubiertos con vasos de vidrio con un grabado de gotas de agua en color blanco y una jarra de agua de limón con rebanadas del cítrico en ella.

Loving EntanglementDonde viven las historias. Descúbrelo ahora