Lunática

四十九 | Yon Juu Kyuu

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"Me pensaréis cruel, muy egoísta, pero el amor es siempre egoísta; cuanto más ardiente, más egoísta. Debes venir conmigo, amándome, hasta la muerte; o bien odiarme, y aún así venir conmigo, y odiarme a través de la muerte y después."

- Joseph Sheridan Le Fanu, Carmilla (1872)

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— Lisa aprieta los dientes con frustración, una pequeña gota de sudor se estaba formando en su frente mientras continúa rechinando la cadena de las esposas en el poste de la cama. Fue un alivio que el poste de la cama estuviera hecho de madera, por lo que al apretar la cadena como si fuera una sierra, se podría romper la madera. Vale, puede que no sea un buen plan, pero bueno, ella lo estaba intentando, ¿verdad?Mierda... Lisa maldijo mentalmente, las esposas se clavaban en su muñeca y podía ver su piel tornándose de un tono rojo brillante. Su herida también palpitaba, sin duda volvería a sangrar. La rubia no le presta atención, toda su concentración estaba puesta enteramente en tratar de liberarse del poste de la cama. La rubia contó el tiempo desde que Jennie salió de la habitación, Lisa estuvo apretando las esposas durante unos cinco minutos y estima que Jennie se fue hace diez minutos. La rubia piensa que esto puede tomar un tiempo, sobre todo porque todavía se siente bastante débil.

"Este no es un buen plan. Este no es un buen plan"

Lisa cantó como un mantra, pero sus brazos todavía rechinaban contra el poste de la cama. Sinceramente, esta es una idea estúpida, apenas ha arañado la superficie de la madera todavía. Después de unos treinta segundos de esfuerzo, Lisa finalmente se rindió y se desplomó en la cama, soltando otro gemido frustrado mientras respiraba pesadamente por la nariz. La rubia miró hacia el techo, entrecerrando sus ojos color avellana mientras silenciosamente asesinaba las tablas de madera de roble claro que tenía encima. Los párpados de Lisa se sentían pesados, se sentía muy somnolienta. Puede ser porque su cuerpo todavía se sentía frágil y dolorido, por lo que su cerebro le dice que simplemente cierre los ojos y duerma. Pero ¿cómo podría conciliar el sueño pacíficamente cuando está prácticamente atrapada en la guarida de un lobo?

La rubia parpadeó con sus ojos color avellana un par de veces para no quedarse dormida, Lisa suspiró adormilada para sí misma; movió sus grilletes nuevamente, solo porque quería estar en una posición cómoda. Pero es prácticamente inútil, la tailandesa no iba a sufrir en silencio con su brazo dolorido hasta que la estúpida (psicótica) Jennie finalmente regrese. Unos segundos después, Lisa sintió que le rugía el estómago y le gritaba que tenía mucha hambre. Ahora la rubia recuerda las palabras de Jennie, donde la chica de ojos felinos le dijo a la rubia que Lisa había dormido un día entero. ¿Entonces eso significa que hoy es miércoles? Lisa se preguntó mentalmente mientras miraba nuevamente al techo: ¿Han comenzado las clases de nuevo? Pero entonces la rubia recuerda la persecución de la noche anterior, fue cuando salió del bosque y vio una gran cantidad de cinta policial amarilla en los límites de la escuela. 

Eso sólo podría significar que de alguna manera la policía estaba aquí y era consciente del cadáver. Entonces es muy posible que si los estudiantes regresaran a clase, verían todas esas cintas policiales y concluirían que algo siniestro pudo haber sucedido. Sin mencionar que un estudiante fue el primero en descubrir el cuerpo. Ya podría haber contado a los otros estudiantes; esto ciertamente despertaría sospechas entre la masa. Las ya frágiles cáscaras de huevo sobre las que todos caminaban debido a la muerte de Seulgi ahora serían destruidas en pedazos. El pensamiento de Seulgi hizo que Lisa quisiera llorar para sí misma; recordar las palabras de Rosé y cómo la niña con aspecto de oso murió en manos de su amante era demasiado para soportarlo. No ayuda que Jennie casi no haya mostrado ningún remordimiento ni tampoco haya mostrado ningún remordimiento. cualquier signo que no sea indiferencia ante el asunto. Ahora Lisa sabe por qué Jennie se enfrió ante la mención de la muerte de Seulgi.