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—Regreso en un momento.
Salí de la cafetería rápidamente y me dirigí al baño.
Sabía que había sido mala idea cuando Taeyong me invitó a sentarme con sus amigos en la cafetería. Lo único que pude hacer fue sentirme excluido, fuera de lugar.
Me encerré en el mismo cubículo de ayer, iba a llorar pero me contuve de hacerlo.
Lo único que hice fue inhalar y exhalar fuerte y lentamente.
—Hola, Jaehyun.
Me asusté al escuchar la voz del mismo chico otra vez.
—¡Yah! Deja de hacer eso, podrías aparecerte mientras estoy meando o algo.—dije molesto con mi ceño fruncido mientras lo miraba.
Doyoung rió y sonreí levemente al escuchar su tierna risa.
—Lo siento, tienes razón, no lo haré más. —dijo y pude notar su tono apagado en su voz.
Carraspee mi garganta y volví a mirarlo.
—Ayer cuando tocó el timbre, ¿por qué no saliste de ese cubículo? —pregunté curioso, Doyoung me miró unos segundos y luego miró la pared de mi cubículo.
—Tenía miedo. —Confesó.
Fruncí mi ceño.
—¿Miedo de qué? —pregunté confundido.
—De los chicos que me golpean. —dijo por lo bajo, como si alguien pudiera escucharnos.
Pero sabía que nadie nos escucharía, porque los baños en esta secundaria solo se utilizaban para una cosa, y las personas preferían hacerlo en el de mujeres.
Miré el suelo un segundo, Doyoung no dijo nada y nos quedamos en silencio hasta que hablé.
—¿Quienes te golpean? —pregunté y volví a mirarlo.
Doyoung miró su cubículo para segundos después desaparecer, supuse que se había bajado del retrete.
Esperé unos segundos luego de que me haya dado cuenta de que Doyoung seguía ahí debido a que dejó escapar un suspiro.
—¿Por qué te golpean? —Cambié mi pregunta, solo quería escuchar una respuesta.
Y segundos después, me la dio.
—Porque me gustan los chicos.
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