one-shot sally x Larry

☆1☆

Au moderno

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Sall y Larry trabajaban juntos en una empresa de diseño gráfico. Se llevaban bien, pero no eran muy amigos. Sall era tímido y reservado, y Larry era extrovertido y sociable. Sall tenía el pelo azul largo y una prótesis facial que le daba un aspecto peculiar. Larry tenía el pelo marrón y era más alto que Sall. Larry era pansexual y Sall era bisexual, pero nunca habían hablado de sus preferencias sexuales.

Un día, el jefe les asignó un proyecto en común. Tenían que diseñar el logo y el folleto de una nueva marca de ropa. Se reunieron en la oficina de Larry para discutir las ideas.

Bueno, ¿qué te parece si empezamos por el logo? -dijo Larry, abriendo su ordenador.

Me parece bien -dijo Sall, asintiendo.

¿Tienes alguna idea? -preguntó Larry.

Pues... no sé... tal vez algo simple, pero elegante -dijo Sall, pensando.

¿Algo así? -dijo Larry, mostrándole un boceto en la pantalla.

Sí, algo así -dijo Sall, sonriendo.

¿Te gusta? -preguntó Larry.

Sí, me gusta -respondió Sall.

Larry se alegró. Le gustaba trabajar con Sall. Le parecía un buen profesional, y además le atraía físicamente. Le gustaba su pelo azul, su prótesis facial, su personalidad tranquila. Quería conocerle mejor, saber más de él, acercarse a él. Pero no sabía cómo hacerlo. Tenía miedo de que Sall no sintiera lo mismo por él, o de que le molestara su interés.

Sall también se alegró. Le gustaba trabajar con Larry. Le parecía un buen compañero, y además le caía bien. Le gustaba su pelo marrón, su altura, su personalidad alegre. Quería ser más amigo de él, hablar más con él, confiar en él. Pero no sabía cómo hacerlo. Tenía miedo de que Larry no quisiera ser su amigo, o de que le juzgara por su aspecto.

Bueno, pues ya tenemos el logo -dijo Larry, guardando el archivo.

Sí, ya lo tenemos -dijo Sall, asintiendo.

¿Qué te parece si seguimos con el folleto? -sugirió Larry.

Me parece bien -aceptó Sall.

¿Qué tal si lo hacemos aquí mismo? -propuso Larry.

¿Aquí mismo? -repitió Sall.

Sí, aquí mismo -confirmó Larry-. Así podemos trabajar más cómodos y sin interrupciones.

Sall dudó. No sabía si era una buena idea quedarse en la oficina de Larry. Se sentía nervioso por estar a solas con él. Pero tampoco quería rechazar su invitación. Así que aceptó.

Está bien -dijo Sall-. Quedémonos aquí.

Larry sonrió. Estaba contento de que Sall aceptara quedarse con él. Era una oportunidad para acercarse a él. Así que se puso manos a la obra.
E

mpezaron a trabajar en el folleto. Escogieron los colores, las fuentes, las imágenes, los textos. Se ayudaron mutuamente, se dieron consejos, se hicieron cumplidos. Se rieron, se miraron, se tocaron. Se sintieron cómodos, se sintieron bien, se sintieron atraídos.

Y así fue como empezó todo.

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Historia creada con ayuda con un Bot, el Bot dio ideas y yo creé la historia