Capítulo 5

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El calor del amor desapareció de mi, y las estrellas en las que antes veía a Christopher se han marchado, el cielo está nublado, los sueños se apoderan de un corazón marchito, solo de imaginar a Melissa junto a él me duele, y las canciones no dejan de sonar en mi mente, es quizá normal enamorarse de alguien sercano, pero simplemente no puedo, se que más lagrimas de las que ya estoy derramando se verán en mi futuro, pero es que el amor es más que un sentimiento y se que es ese que no se olvida con una sola canción.

- ¿Quieres ir al concierto de Jesse Y Joy? - me pregunta mi amiga.

- ¿enserió? - le respondí, mirando las toallas que ocúpare para sacar mis lagrimas.

- Basta, ponde linda que no vale la pena - dice, apretando mis cachetes.

Y si es esa situación de tristeza en la que te das cuenta que esta por terminar el año y no pasa nada, o bueno mientras exista una esperanza la tomaré.

- Ay, mierda hoy es el cumpleaños de Lui y es la fiesta en el bar de su tío - grite, mientras mi vecina salía del cuarto de mi hermano.

- ¿Estas loca? - preguntó mi hermano.

- Con la vecina he - digo, burlándome.

Hace meses que supe que mi hermano le traía ganas a la vecina, pero nunca imagine verla en mi casa.

Sábado por la noche

Llegar al bar y que te sirvan unos mojitos, esta de locos, cuando llegue al lugar Lui ya estaba ahí, su fiesta super genial hasta que.

- Lenny, quiero presentarte a mi casi algo - dice Lui haciendo que volteé para atrás.

- ¿A- Adrian? - digo, mientras veía a Christopher frente a mí, besándose con su novia Melissa.

- Le-Lenny, ¿estás bien? - dice Lui tocando mi cintura.

- ¿por qué estaría mal? - respondí.

- Ve con Adrian - le digo mientras sigo bebiendo.

Osea un sábado de noche buena se convirtió en una pequeña decepción, la música no dejaba de sonar, y sonaba Noche Loca de Marama, desde la barra veía como todos chocaban sus cuerpos, otros besándose, y yo tomando mi último trago, cuando de la nada apareció alguien que jamas espere ver tan serca.

- ¿por qué tan sola? - susurro una voz muy ronca, agarrando mi cintura.

- Déjame que te pa-pasa - dije.

- Tranquila - dijo Christopher, aun tenia su mano en mi cintura.

- Cris-Cristopher - dije, asustada.

- ¿Sabias que tu amiga y mi amigo se fueron y nos dejaron aquí solos? - preguntó, viendome con cara de chico bueno.

- Bien entonces me iré ya para mi casa - digo, según yo, pero veía borroso.

- No voy a dejarte ir sola, son las tres de la madrugada - me dice, mientras me ponía su chaqueta y se colgaba mi cartera.

- No es necesario mi novio vendrá por mí - dije, mientras pensaba en llamarle a Rodolfo, sabiendo que no es más que un pretendiente.

- ¿Tienes novio? - preguntó.

- ¿Por qué no lo tendría? - respondí, riéndome.

La mirada de Christopher se puso triste, y pensé en que quiza le guste, uff, no Lenny las rosas marchitas no vuelven a revivir.

- Bueno no importa que tengas novio, hoy seré tu novio, si quieres - susurro, mientras me cargaba, y mientras traían su Jeep 4x4.

- ¿Qué dijiste? - pregunté, frescamente, como si nunca bebí nada.

- Olvídalo, ¿donde vives? - preguntó.

- Esta noche puedo vivir dónde tú quieras - dije, mientras su cara se ponía roja.

- Creo que no recuerdas, llamare a Lui o Adrian, para que  vengan por tí - dijo, con su rostro serio.

- Déjame aquí, por favor - dije, quitándome su chaqueta, bajándome la falda, junto con la camiseta.

- Bien, como quieras, espero que ese tal Rodolfo venga por tí - dijo acelerando su vehículo.

Maldición no se que fue esto, quisiera que me explicaran lo que paso en este momento, ¿se puso celoso?

Me imagino así a Christopher, JAJA.

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12 MESES PARA ENAMORARTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora